Un hábito cotidiano aparentemente inofensivo eleva en un 50 % el riesgo de hemorroides
Un gesto rutinario que muchos consideran inofensivo podría estar asociado a un notable incremento en el riesgo de padecer hemorroides, según recientes investigaciones que apuntan a un aumento del 50% en la probabilidad de desarrollar este problema de salud.
Tl;dr
Un hábito cotidiano, una alerta médica inesperada
En pleno siglo XXI, el smartphone acompaña a millones de personas en cada rincón del día a día. Incluso en los momentos más privados, como en el cuarto de baño, este dispositivo se ha convertido en un compañero inseparable. Sin embargo, una reciente investigación publicada en la revista PLOS ONE viene a poner en tela de juicio esta costumbre tan extendida. Según sus autores, llevar el teléfono al retrete podría incrementar significativamente el riesgo de sufrir hemorroides, una dolencia que afecta con frecuencia y resulta, además, especialmente molesta.
Estudio detallado y cifras reveladoras
Para profundizar en esta cuestión, un equipo de científicos siguió la experiencia de 125 adultos sometidos a colonoscopias. Mediante extensos cuestionarios, recopilaron datos no solo sobre la dieta o la actividad física de los participantes, sino también sobre su relación con la tecnología durante la evacuación intestinal. El dato sorprendente es que dos tercios (66 %) admitieron consultar su smartphone mientras estaban en el baño. La consecuencia: quienes adoptan este hábito suelen duplicar el tiempo sentados —frecuentemente superando los cinco minutos—, lo que repercute directamente sobre la salud vascular del recto.
Varios elementos explican esta conclusión:
Mecanismos fisiológicos y consejos prácticos
La clave está en que esa postura prolongada genera una presión continua sobre las venas del área anal. A diferencia de lo que ocurre cuando se adopta una posición de cuclillas —mucho más favorable para una evacuación rápida—, distraerse con la pantalla prolonga innecesariamente esa tensión vascular. Resulta llamativo que, según los datos estadísticos del estudio, quienes utilizan habitualmente su móvil durante estos minutos presentan un riesgo hasta un 46 % superior de sufrir molestias relacionadas con las hemorroides, incluso después de ajustar por factores como edad o alimentación.
Por fortuna, existen gestos sencillos para atenuar este peligro creciente: limitar la estancia en el inodoro a menos de cinco minutos, dejar fuera el teléfono móvil y, si es posible, utilizar un pequeño taburete bajo los pies para imitar una postura más natural.
Cambiar rutinas para preservar la salud intestinal
No conviene olvidar que las hemorroides generan millones de consultas médicas y gastos millonarios cada año —más de 800 millones de dólares mundialmente—. Pequeñas adaptaciones cotidianas pueden marcar una gran diferencia para mantener nuestro bienestar digestivo. Quizás, como tantas veces repiten nuestros mayores con razón reforzada por la ciencia actual: «No te entretengas tanto ahí dentro…».