Por qué la pizza es la comida favorita de los franceses

ADN
En Francia, la pasión por la pizza sigue siendo notable y constante. Este plato italiano ha conquistado el paladar francés, consolidándose como una de las opciones preferidas en restaurantes y hogares, sin mostrar señales de perder popularidad.
Tl;dr
- Francia lidera el consumo mundial de pizza per cápita.
- La pizza se ha integrado en la vida y cultura francesa.
- París emerge como referente global de la pizza innovadora.
Un giro inesperado en la gastronomía gala
Resulta paradójico, pero los tópicos del bœuf bourguignon o la clásica baguette han sido desplazados por un protagonista insólito: la pizza. En términos de consumo, ningún país iguala hoy a Francia, que encabeza el ranking mundial por habitante, superando incluso a los Estados Unidos y dejando atrás a la mismísima Italia. Según estimaciones recientes, se devoran cada año unos 10 kg de pizzas por persona en suelo francés —lo que representa cerca de 1.500 millones de unidades y mueve alrededor de 15.000 millones de euros. Este fervor cobra especial visibilidad estos días en París, gracias a la primera edición de la Pizza Week impulsada por 50 Top Pizza y Mammafiore, una cita que rubrica la importancia cultural de este fenómeno.
De importación italiana al corazón francés
La historia comienza tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los inmigrantes italianos desembarcaron en Francia cargando recetas e ingredientes. La pizza —por entonces símbolo identitario— acabó convirtiéndose en parte esencial del tejido social galo. Como recuerda Anaïs Bourny, autora del libro «Ciao Italia», «la pizza simboliza hoy esa integración plena». El punto de inflexión llegó en los años setenta con la irrupción masiva de las pizzas congeladas: desde entonces, su accesibilidad, rapidez y bajo coste conquistaron toda clase de hogares.
Seducción italiana con sello local
Lo cierto es que varios elementos explican esta pasión nacional:
- Sencillez adaptada al gusto local.
- Carácter convivial perfecto para reuniones informales.
- Diversificación gracias a supermercados y cadenas de congelados.
La mayor parte del consumo actual se produce en casa, aunque las pizzerías mantienen su atractivo escénico. Para muchos, el encanto reside tanto en la promesa solar de la cocina italiana como en el componente lúdico que aportan grupos como Big Mamma, donde el comensal vive una experiencia entre nostalgia y espectáculo.
París reinventa el mito italiano
En pleno auge creativo, chefs como Giuseppe Cutraro —galardonado mundialmente— sostienen sin tapujos que «a veces se come mejor pizza en París que en Nápoles». La capital francesa se ha convertido así en laboratorio donde conviven tradición napolitana e innovación local, validando una clientela tan exigente como curiosa. Para Barbara Guerra (50 Top Pizza): «No hay mejor momento para celebrar la diversidad pizzera». Al final, París no solo desafía clichés culinarios; también redefine el rumbo global del plato más universal.