Primer paciente con chip cerebral: ‘Me bloquearon en Twitter pensando que era un bot’
A sus 29 años, Noland Arbaugh, afectado por cuadriplejía, ha sido implantado con un chip cerebral que le permite controlar una computadora de manera "telepática". ¿Te imaginas las posibilidades que esto abre?
Tl;dr
- Noland Arbaugh, primer paciente humano de Neuralink, se compara con un bot.
- Neuralink, empresa de Elon Musk, busca convertir a humanos en cyborgs.
- El chip de Neuralink permite controlar dispositivos con el pensamiento.
- Elon Musk pretende prohibir cuentas de Twitter controladas por máquinas.
El primer humano de Neuralink
Noland Arbaugh, el primer paciente humano de Neuralink, la empresa de neurociencia de Elon Musk, sorprendió con un tuit en tono bromista tras la implantación de un chip cerebral. Se comparó con un ente mecánico, provocando una reflexión acerca de la relación entre humanos y máquinas.
Un paso hacia el futuro
Neuralink, fundada en 2006, ha estado trabajando en un dispositivo que permita el funcionamiento de una interfaz cerebro-computadora. El objetivo es potenciar las capacidades humanas, permitir nuevos tratamientos para trastornos neurológicos y, en algún día, lograr una relación simbiótica entre humanos y máquinas. “Me bloquearon de X porque creyeron que soy un bot”, publicó Arbaugh en su cuenta de Twitter, red social recientemente adquirida por Musk.
El chip que transforma vidas
El chip de Neuralink, llamado Telepathy, permite a los usuarios controlar un dispositivo con el pensamiento. Esta tecnología, que ya ha cambiado la vida de Arbaugh, abre nuevas posibilidades para pacientes con enfermedades degenerativas graves. “Esto ya cambio mi vida”, aseguró el joven, quien se vio obligado a vivir con limitaciones motoras severas tras un accidente de buceo.
En un futuro, personas que reciban un chip podrán enviar señales de la corteza motora del cerebro, permitiéndoles caminar y utilizar sus brazos. Esta es la promesa que Elon Musk, dueño de Neuralink, ha hecho al mundo.
Opinión editorial
Estamos presenciando un punto de inflexión en la historia de la humanidad con el nacimiento de los primeros ‘cyborgs’. La línea entre la realidad y la ciencia ficción se vuelve cada vez más borrosa. El caso de Arbaugh es un testimonio viviente de las posibilidades ilimitadas que la tecnología puede ofrecer para mejorar la vida humana. Sin embargo, debemos proceder con precaución para garantizar que las implicaciones éticas y sociales de tales avances sean consideradas adecuadamente.