Por qué Hugh Jackman rechazó ser James Bond y triunfó

Prisoners / PR-ADN
Hugh Jackman rechazó la oportunidad de interpretar al icónico agente británico James Bond, una decisión que marcó su carrera y le permitió explorar otros papeles memorables en Hollywood, consolidando su estatus como una de las grandes estrellas del cine actual.
Tl;dr
- Hugh Jackman rechazó ser James Bond.
- Buscaba variedad artística y evitar la rutina.
- El rechazo impulsó una carrera diversa y premiada.
Un candidato inesperado para el esmoquin de Bond
Pocos imaginan hoy la saga de James Bond sin la presencia de Daniel Craig. Sin embargo, a comienzos de los años 2000, el futuro del agente secreto más célebre del cine era incierto. En esa coyuntura, el nombre de Hugh Jackman, actor australiano que acababa de conquistar al público internacional como Wolverine en «X-Men», sonó con fuerza entre los aspirantes al papel.
Una elección marcada por la búsqueda de libertad artística
Consultado en 2022 sobre aquellos momentos decisivos, Jackman reconocía las dudas que le generaba compaginar dos franquicias tan poderosas como X-Men y el universo Bond. Para él, aceptar ambos compromisos habría significado caer en una peligrosa rutina: «No quería hacer siempre lo mismo… Si encadenaba Bond y Wolverine, no me quedaría tiempo para nada más». Esta reflexión ilustra un caso poco habitual en una industria donde muchos actores se ven tentados a acumular grandes éxitos taquilleros.
Diversidad de registros tras rechazar a 007
Al apartarse del mítico esmoquin británico, el intérprete obtuvo una independencia profesional nada desdeñable. A partir de 2006 —coincidiendo con el estreno de «Casino Royale» y la consolidación definitiva de Craig como Bond—, su filmografía comenzó a multiplicarse en géneros y estilos. Varios elementos explican esta decisión:
- Papeles tan dispares como el mago obsesivo dirigido por Christopher Nolan.
- Doblaje en animación con estudios como Aardman Animation.
- Cine existencial bajo la batuta de autores como Darren Aronofsky.
Apuesta arriesgada, recompensa a largo plazo
Lejos del simple estereotipo del héroe musculoso, la carrera de Hugh Jackman alcanzó su madurez con la nominación al Oscar en 2012 por «Los Miserables». Es legítimo preguntarse si habría logrado tal versatilidad llevando simultáneamente dos franquicias globales a sus espaldas. A tenor del reconocimiento crítico y la riqueza interpretativa que ha cosechado, resulta evidente que rechazar un rol icónico puede convertirse —al menos en su caso— en el camino hacia una trayectoria excepcionalmente rica y matizada.