La CGT suaviza su postura hacia el Gobierno y considera internamente una huelga general
La Comisión Directiva se congregará este jueves en la sede de Azopardo para debatir temas críticos como las reformas laboral y sindical, las ganancias, los despidos y la homologación de paritarias, que son las principales preocupaciones de la central obrera. ¿Qué decisiones tomarán?
Tl;dr
- La CGT decide si convocará un paro contra el gobierno.
- El Gobierno difunde el borrador de la nueva Ley Ómnibus.
- CGT se reúne con el Ministro del Interior y otros funcionarios.
- La CGT debate la reforma laboral y otros temas cruciales.
El posible paro de la CGT
La Confederación General del Trabajo (CGT) tiene previsto reunirse este jueves para decidir si convocará a un paro general contra el gobierno de Javier Milei. Esta decisión se toma después de varios encuentros con el Ministro del Interior, Guillermo Francos, y miembros del bloque de Unión por la Patria.
Reforma laboral y sindical en el horizonte
La posible convocatoria de un paro surge en medio de la discusión sobre la nueva Ley Ómnibus y el paquete fiscal propuesto por el gobierno. Estos proyectos de ley incluyen reformas laborales y sindicales significativas, y la reversión de la quita del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría.
Buscando un equilibrio
La CGT se encuentra en una posición delicada, pues debe equilibrar las presiones de su sector más combativo, liderado por Pablo Moyano, que insta a un paro general, y el grupo dialoguista, que cree que todavía hay margen para la negociación. En este sentido, “los funcionarios libertarios le pidieron a la central obrera ‘acompañamiento y paciencia’ durante los próximos tres meses”, según José Luis Lingeri, secretario general del gremio de Obras Sanitarias.
Próximos pasos
La CGT está abierta a debatir una reforma laboral que se adapte a las nuevas formas de empleo, siempre y cuando se respeten los convenios colectivos de trabajo. Sin embargo, el borrador del gobierno no parece estar en línea con esta perspectiva. Además, los despidos en el sector estatal, la reversión de Ganancias, y la desregulación de las obras sociales son preocupaciones adicionales que la CGT ha puesto sobre la mesa en sus reuniones con el Gobierno.
Opinión editorial
Es crucial que se abra un diálogo sincero y transparente entre la CGT y el gobierno. Los trabajadores son el motor de nuestra economía y sus derechos deben ser respetados. Sin embargo, también es necesario adaptarse a las nuevas realidades laborales sin comprometer las protecciones laborales existentes. La clave estará en encontrar un equilibrio que beneficie a todos.