Muhammad Alí desafía al gobierno y pierde su título: Su peor momento en el boxeo
Optar por no unirse al Ejército para la guerra de Vietnam puso a Muhammad Ali en una situación inédita, sin poder luchar durante más de tres años y medio. ¿Cómo afectó esto a su carrera de boxeo?
Tl;dr
- Muhammad Ali se negó a alistarse en el ejército durante la guerra de Vietnam.
- Ali justificó su decisión alegando objeción de conciencia por motivos religiosos.
- Esta decisión le costó su título de campeón y una condena por deserción.
- Regresó al ring en 1970, recuperando su título en 1974.
Resistencia en el ring y fuera de él
Hace 57 años, Muhammad Ali, conocido por su habilidad en el boxeo, vivió una dura prueba fuera del ring. El 8 de mayo de 1967, en la plenitud de su carrera, enfrentó una severa sanción que lo puso en graves problemas.
Un acto de desafío
El escenario fue la Guerra de Vietnam. Ali se negó a ser alistado en el Ejército de los Estados Unidos, perdiendo su título por ello. Su objeción de conciencia, respaldada por sus creencias religiosas como ministro de la Nación Islámica, fue la razón de su negativa. En ese momento, ya había abandonado su nombre de Cassius Clay.
“Pueden preguntarme lo que quieran sobre la guerra de Vietnam y siempre me escucharán decir lo mismo: no tengo problemas con los vietcong. Ningún vietcong me ha llamado nigger”, dijo Ali, profundizando el malestar en el círculo de poder norteamericano, que reclamaba sanciones severas.
Las consecuencias de su resistencia
Las presiones del Ejército comenzaron en los primeros meses de 1966 y se prolongaron hasta el 28 de abril de 1967, cuando Ali se presentó en el centro de entrenamiento en Houston. Ali fue a la cita, pero no habló ni aceptó órdenes. Lo amenazaron y detallaron las sanciones a las que se exponía, incluida la condena por deserción.
Las consecuencias llegaron rápido. El 8 de mayo de 1967, Ali perdió su licencia de boxeador y su título de campeón de los peso pesados. También fue condenado a cinco años de prisión y una multa de 10.000 dólares.
A pesar de las consecuencias, Ali mantuvo su postura. Evitó la prisión gracias a varias apelaciones, pero estuvo alejado del ring durante más de tres años y medio. En 1970, se revocó la sanción y Ali volvió a pelear. No fue hasta 1974 que recuperó su título mundial, tras derrotar a George Foreman en la República Democrática del Congo.
Opinión editorial
La historia de Muhammad Ali es un recordatorio poderoso de la integridad y la resistencia. Se mantuvo firme en sus convicciones, incluso cuando enfrentó duras consecuencias. Su legado trasciende el boxeo, y sigue siendo un símbolo de resistencia y lucha por los derechos civiles.