Exdirector de mega proyecto Chile-Argentina se une al equipo de Posse
El proyecto liderado por el jefe de gabinete y José Rolandi, buscó fortalecer el bloque comercial entre el Pacífico y el Atlántico con un tren que cruzara la cordillera de Los Andes. ¿Cómo se desarrolló este plan y cuál fue su desenlace?
Tl;dr
- José Rolandi designado como secretario ejecutivo ad honorem.
- El proyecto “Corredor Bioceánico Aconcagua” buscaba unir Pacífico y Atlántico.
- El plan incluía un túnel de 52 km y un ferrocarril eléctrico.
- El proyecto no logró avances y se diluyó con los años.
El nombramiento de José Rolandi y el proyecto Bioceánico Aconcagua
Nicolás Posse, jefe de Gabinete, ha completado su equipo con la designación de José Rolandi como secretario ejecutivo ad honorem. Rolandi fue exgerente del proyecto “Corredor Bioceánico Aconcagua”, una ambiciosa iniciativa que buscaba unir el océano Pacífico con el Atlántico y que Posse lideró entre 2009 y 2017.
El objetivo del proyecto
La finalidad del proyecto era construir un túnel de baja altura de 52 kilómetros entre Argentina y Chile para facilitar el paso de un ferrocarril eléctrico de alta capacidad de carga. Este sistema permitiría el transporte de hasta 77 millones de toneladas por año, resolviendo así el desafío de la conexión física entre ambos países, una barrera natural impuesta por la Cordillera de los Andes.
Una inversión multimillonaria inconclusa
La construcción del proyecto requería una inversión de cuatro mil millones de dólares y tras diez años de obras, su inauguración estaba prevista para el año 2022. Sin embargo, con el paso de los años, el proyecto no logró avances y se diluyó. Durante su presidencia, Mauricio Macri priorizó el Túnel de Agua Negra, parte de otro corredor bioceánico.
Opinión editorial
El “Corredor Bioceánico Aconcagua” representa un claro ejemplo de las ambiciones y desafíos que enfrenta la región en términos de infraestructura y conectividad. La visión de unir el Pacífico con el Atlántico a través de un túnel ferroviario es sin duda audaz y podría tener un impacto significativo en nuestra economía y comercio. Sin embargo, los obstáculos naturales, financieros y políticos son igualmente enormes. Aunque este proyecto en particular no prosperó, es nuestro deber como sociedad seguir explorando y luchando por iniciativas que mejoren nuestra conectividad y nos acerquen como región.