Células inmunitarias jóvenes reducen síntomas de Alzheimer en ratones

ADN
Investigadores han observado que la introducción de células inmunitarias jóvenes en ratones logra reducir, aunque solo de manera parcial, algunos síntomas asociados a la enfermedad de Alzheimer, lo que abre nuevas perspectivas para posibles tratamientos en el futuro.
Tl;dr
- Nuevas células inmunes rejuvenecen funciones cerebrales en ratones.
- Mejoras en memoria y menor inflamación cerebral observadas.
- Futuro prometedor, pero resultados en humanos aún inciertos.
Un avance esperanzador contra el envejecimiento cerebral
Investigadores del Cedars-Sinai Medical Center, en Estados Unidos, han dado un paso relevante en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas. Su equipo ha conseguido crear en laboratorio lo que denominan «células inmunitarias jóvenes», a partir de células madre pluripotentes humanas. Al implantarlas en ratones envejecidos, se logró recuperar parte de las capacidades cognitivas deterioradas por la edad. El propósito fundamental es suplir la pérdida de eficacia de los fagocitos mononucleados naturales, células encargadas de eliminar desechos en el organismo y cuya función declina con los años, favoreciendo una mayor inflamación asociada a patologías como el Alzheimer.
Efectos tangibles: memoria e inflamación bajo control
Inspirados por experimentos previos —donde transfusiones de sangre joven mejoraban la cognición en animales mayores—, los científicos prefirieron evitar técnicas invasivas y optaron por trasplantar directamente estos nuevos fagocitos cultivados. La estrategia dio frutos: los ratones tratados mostraron un rendimiento superior en pruebas de memoria y una microglía cerebral más saludable. Este hallazgo apunta a que restaurar ciertas funciones inmunológicas podría ser clave para frenar el declive mental vinculado a la edad.
Varios elementos explican esta decisión:
- Aumento del número de células moussues en el hipocampo, esenciales para la memoria.
- Reducción visible de la inflamación cerebral relacionada con el envejecimiento.
- No se detectó empeoramiento de marcadores típicos del Alzheimer.
Mecanismos aún bajo investigación
Sin embargo, persisten dudas sobre cómo estas células ejercen su efecto beneficioso. Todo parece indicar que no llegan físicamente al cerebro. Los expertos barajan la hipótesis de que secretan determinadas proteínas o vesículas extracelulares capaces de atravesar barreras biológicas y modular procesos cerebrales desde la distancia. No obstante, aunque el tratamiento mostró potencial para ralentizar el envejecimiento cerebral normal, su impacto sobre lesiones avanzadas propias del Alzheimer —como la acumulación de proteína amiloide-beta— es todavía limitado.
Cautela ante un futuro terapéutico incipiente
A pesar del entusiasmo que genera esta línea de investigación, voces autorizadas como la neuróloga Alexandra Moser subrayan que los beneficios observados son más notorios en animales sanos que en aquellos con un Alzheimer avanzado. Por su parte, el neuropatólogo Jeffrey Golden reconoce mejoras inmediatas tanto en cognición como en salud cerebral. Se abre así una perspectiva intrigante: pacientes tratados con sus propios fagocitos reprogramados podrían evitar complicaciones derivadas de transfusiones convencionales. Sin embargo, antes de cantar victoria y hablar de revolución médica para humanos, será necesario profundizar mucho más y afrontar numerosos ensayos clínicos.