Activando la pasión sexual a pesar del estrés y fatiga de fin de año
Mantenerse en buen estado hasta diciembre puede resultar complicado debido a la agitada rutina diaria. Para fortalecer nuestras relaciones íntimas, se necesitan ciertos ajustes. ¿Has considerado qué cambios podrías hacer?
Tl;dr
- El estrés y la fatiga dificultan mantener una actividad sexual regular.
- La falta de deseo sexual puede provocar angustia si se vuelve habitual.
- Combatir el estrés, cuidar la alimentación y hacer ejercicio físico son fundamentales para reactivar el deseo sexual.
- La sociedad hipersexualizada puede generar presión y agobio.
El ritmo de vida actual y el deseo sexual
Hoy en día, el ajetreo de la vida cotidiana, que implica ir al trabajo, cuidar del hogar, atender a los hijos, entre otras responsabilidades, puede dificultar la posibilidad de mantener una actividad sexual regular. Esta situación se agrava especialmente al final del año, cuando el estrés y el cansancio alcanzan su máximo nivel.
El deseo sexual y las expectativas sociales
No todos sentimos el mismo nivel de deseo sexual y, aunque es normal que haya momentos de mayor o menor intensidad, la sexóloga Almudena Ferrer explica que “vivimos en una sociedad hipersexualizada que puede provocar agobio si sentimos que no cumplimos con las expectativas”. El problema surge cuando la falta de deseo deja de ser algo puntual y se convierte en algo habitual, generando sentimientos de angustia.
El estrés, un enemigo del deseo sexual
La doctora Ferrer señala que el estrés es uno de los principales factores que “aniquila el deseo”. La relación entre estrés y deseo es compleja: la ansiedad puede generar deseo, pero dificultar la obtención de placer. En este sentido, destaca la importancia de evaluar el problema desde un enfoque biopsicosocial, analizando las posibles causas biológicas, psicológicas o sociales que han llevado a la disminución del deseo sexual.
Claves para reactivar el deseo sexual
Para reactivar el deseo sexual, Almudena Ferrer sugiere tres aspectos fundamentales:
- Alimentación: Algunos alimentos, como el chocolate, pueden ayudar a estimular el deseo debido a sus componentes.
- Fantasías sexuales: El simple hecho de tener una fantasía sexual puede generar una respuesta física en el cuerpo, liberando hormonas y activando el cuerpo.
- Ejercicio físico: El ejercicio físico ayuda a liberar endorfinas, mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y la ansiedad, y puede regular los niveles hormonales relacionados con el deseo sexual.
Opinión editorial
En un mundo cada vez más acelerado y exigente, es imprescindible entender que el deseo sexual no es constante y que está influenciado por múltiples factores. Es fundamental aprender a manejar el estrés, cuidar nuestra alimentación y mantenernos físicamente activos para disfrutar de una vida sexual plena. Pero, sobre todo, es vital liberarnos de las presiones sociales y aprender a escuchar y respetar nuestros propios ritmos y necesidades.