Medicación casi letal: una reacción alérgica la quema desde adentro
Una chica compartió su vivencia al padecer el síndrome de Stevens-Johnson, una rara enfermedad que provoca la aparición de dolorosas ampollas en varias zonas del cuerpo. ¿Te gustaría saber más acerca de cómo lidió con esta difícil situación?
Tl;dr
- Joven neozelandesa sufre una reacción alérgica severa a medicamento para la depresión.
- Desarrolla el síndrome de Stevens-Johnson, una condición rara que causa ampollas en la piel.
- Después de un mes de tratamiento, sigue experimentando síntomas y necesita rehabilitación.
- Comparte su experiencia en Facebook, expresando gratitud y valoración por la vida.
Reacción alérgica severa a medicamento
Charlotte Gilmour, una joven de 23 años de Nueva Zelanda, experimentó una reacción alérgica violenta a un medicamento antidepresivo que casi le cuesta la vida. Como ella misma describió en una entrevista con el medio Stuff, el medicamento la “quemó de adentro hacia afuera”.
El síndrome de Stevens-Johnson
Esta reacción alérgica llevó a Gilmour a desarrollar el síndrome de Stevens-Johnson, una afección rara y potencialmente mortal que causa ampollas en la piel y las membranas mucosas. Según la clínica Mayo, los síntomas iniciales de esta afección pueden ser similares a los de una gripe, pero eventualmente evolucionan hacia una erupción cutánea.
Una lucha por la recuperación
Gilmour pasó un mes hospitalizada, durante el cual su condición empeoró hasta el punto de perder casi completamente la visión. Aunque ya fue dada de alta, Charlotte todavía experimenta algunos síntomas del síndrome y está en proceso de rehabilitación. “Todavía me salen ampollas en los ojos y el sarpullido aparece siempre en el mismo lugar donde ocurrió la peor quemadura”, compartió.
Un recordatorio de la fragilidad de la vida
A pesar de la dura experiencia, Charlotte ha encontrado un sentido de gratitud y apreciación por la vida. En una publicación en Facebook, expresó: “Esto me hizo sentirme más agradecida por mi vida. Fue un recordatorio para apreciar cada día y valorar la salud mientras la tienes. La vida es tan preciosa y lo di por sentado. Todavía me queda un largo camino por recorrer, pero lo superé y sobreviví. Hoy tengo una segunda oportunidad”.
Opinión editorial
La historia de Charlotte es un recordatorio dramático de los riesgos potenciales de los medicamentos, incluso cuando se usan con la mejor de las intenciones. Es crucial estar informado y consciente de los posibles efectos secundarios y estar en constante comunicación con los profesionales de la salud. Además, su historia nos invita a valorar la salud y la vida, a menudo damos por sentado hasta que se ven amenazadas.