Joven de 18 años, única mujer en formación de piloto, invierte todo su sueldo en su sueño
Brisa de Olivera se encuentra en proceso de acumular las 1000 horas de vuelo necesarias para convertirse en piloto de aerolínea, contando actualmente con 46. Cada hora de vuelo tiene un coste aproximado de $140.000. Su sueño es trabajar en la NASA. ¿Logrará cumplir su sueño?
Tl;dr
- Brisa de Olivera, de 18 años, aspira a ser piloto y trabajar en la NASA.
- Es la única mujer en su curso de pilotos de avión.
- La formación exige un coste económico alto y un certificado médico aeronáutico.
- Su madre y su trabajo en McDonald’s financian su educación.
Sueños que despegan desde la pista
Brisa de Olivera, una joven bonaerense de 18 años, ha convertido su fascinación infantil por los aviones en una ambición palpable. Su abuelo solía llevarla a ver los aviones y desde entonces, en su plan perfecto, ella solo podía imaginarse a sí misma volándolos.
El cielo no es el límite
Actualmente, Brisa es la única mujer en su curso de pilotos de avión, con el objetivo de alcanzar sus dos grandes sueños: “Voy a ser pilota de una aerolínea y luego sueño con trabajar en la NASA”. Simultáneamente, está terminando el secundario en la base aérea de Morón, y está estudiando en el curso de pilota de aviones privados y otro de rampa.
El camino hacia las alturas
Para ingresar al curso de pilotos, es imprescindible obtener el certificado médico aeronáutico, conocido en la industria como el CMA. El costo de la formación es también un desafío, ya que cada hora de vuelo cuesta alrededor de $140.000. Para ser pilota de aerolínea, Brisa necesita acumular 1000 horas de vuelo.
Para financiar su formación, Brisa cuenta con el apoyo de su madre y también trabaja en un local de McDonald’s, que ha financiado algunas de sus clases a través del programa “Becamos tu pasión”. Todo su sueldo lo invierte en comprar horas de vuelo, equilibrando su tiempo entre el trabajo y el estudio.
El impulso para volar
A pesar de las dificultades, el impulso de Brisa para seguir su sueño proviene de su familia. Hubo un momento en que pensó en abandonar su carrera debido al miedo a realizar maniobras aéreas peligrosas. Sin embargo, su madre la animó a seguir adelante y superar sus miedos, recordándole que esta es solo una etapa en su camino hacia el cumplimiento de su sueño.
Opinión editorial
La historia de Brisa es una inspiración para todas las mujeres jóvenes que aspiran a carreras en campos dominados por hombres. Su determinación y coraje demuestran que no hay límites para alcanzar nuestros sueños, siempre y cuando estemos dispuestos a trabajar duro y superar los obstáculos en el camino.