Viviendo el sueño nómada: Viajando por el Caribe en nuestro hogar flotante
Germán y Florencia abandonaron su existencia en Argentina para perseguir sus carreras en un barco. Afirman que esta experiencia les ha demostrado que son capaces de ser totalmente autosuficientes. ¿Podrías vivir una vida similar?
Tl;dr
- Germán y Florencia viven en un velero desde la pandemia.
- Se mudaron a Australia en 2015 por su amor al mar.
- Trabajan de manera remota gracias a Starlink.
- Planean continuar con este estilo de vida nómada.
La vida en un velero: una elección nómada
Germán y Florencia, una pareja de argentinos afincada en Australia, decidieron transformar su vida de una manera inusual durante la pandemia. Su hogar es ahora un velero, una elección que refleja su amor por el agua y el deseo de una vida nómada.
“Siempre estuvimos muy relacionados con el agua y creo que eso fue lo que nos unió desde el minuto cero”, recuerda Germán. En 2015, esta pasión les impulsó a emigrar a Australia, y siete años después, la idea de una vida nómada comenzó a tomar forma.
El sueño náutico hecho realidad
Fue Germán quien primero se sintió atraído por la idea de vivir en un barco, inspirado por un chileno que había conocido en un viaje a Fiji. Compartió esta idea con Florencia y juntos empezaron a planificar su sueño náutico. “Cuando nos agarró el covid empezamos a ahorrar, pusimos objetivos y empezamos a buscar el barco”, cuenta Germán.
Hoy, comparten su aventura en Instagram, mostrando su “segunda vida” a bordo. Florencia describe la experiencia como «una mezcla de ganancias y pérdidas, pero con la oportunidad de llegar a lugares increíbles y ser autosuficientes».
Trabajo remoto en alta mar
Ambos pueden trabajar de manera remota. Germán es desarrollador de software para una empresa de Estados Unidos, mientras que Florencia es clinican data manager para una empresa australiana. Gracias a Starlink, una empresa de SpaceX, tienen acceso a internet satelital, lo que les permite mantener su estilo de vida nómada.
Sus destinos varían según las condiciones meteorológicas y las recomendaciones que reciben en el camino. Pero a pesar de su amor por el mar, también sienten la necesidad de hacer un break de vez en cuando: “Hoy el barco es nuestra única casa en el mundo… en algún momento uno siempre quiere hacer un break para irse de vacaciones”, admite Germán.
Opinión editorial
La historia de Germán y Florencia es un hermoso recordatorio de que la vida puede ser vivida de muchas maneras, no solo en la forma convencional que a menudo se nos presenta. Su elección nómada, impulsada por su amor al agua y respaldada por la posibilidad del trabajo remoto, nos invita a todos a reconsiderar qué significa realmente «hogar».