Víctima de explotación sexual y rituales terribles por umbandas, perdió contacto con sus hijos
El Tribunal Oral Federal N°2 de Salta dictaminó una compensación de más de 12 millones de pesos a la víctima, después de que una pareja fuera condenada a entre 8 y 9 años de cárcel en abril pasado. ¿Cómo afectará esto a la pareja condenada?
Tl;dr
- Justicia de Salta otorga reparación económica a víctima de explotación sexual.
- Los explotadores, líderes de un templo Umbanda, recibieron penas de prisión.
- La víctima fue obligada a cerrar su negocio y sometida a tratos denigrantes.
- La reparación total asciende a más de 12 millones de pesos.
Un caso de explotación sexual en un templo Umbanda
El Tribunal Oral Federal N°2 de Salta ha ordenado una reparación económica de más de 12 millones de pesos para una mujer que fue víctima de explotación sexual durante casi cuatro años en un templo Umbanda. Los responsables, Jorge Soria Villalba y María Arroyo, conocidos como “Pai” y “Mae”, fueron condenados a penas de 9 y 8 años y 2 meses de prisión respectivamente.
Un caso que conmocionó a la sociedad
La víctima es una mujer que se encontraba en una situación de vulnerabilidad, habiendo cerrado su negocio para dedicarse a la religión. Fue explotada sexualmente y sometida a tratos denigrantes por parte de los ministros del templo. Incluso fue forzada a caminar sobre brasas calientes como parte de los rituales practicados por la pareja.
Compensación por los daños sufridos
De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, se llevó a cabo una estimación del daño sufrido por la víctima durante los más de tres años que fue sometida en el templo. En base a eso, se estableció una reparación integral de 12.357.632 pesos. Además, se calculó la dependencia económica de la víctima, quien había sido obligada a cerrar un negocio de ropa, lo que se había incorporado en aquel rubro por la suma de $905.850, en concepto de lucro cesante, calculado sobre la base de 44 meses.
Daños a la imagen y a la honra
El tribunal también tomó en cuenta los daños a la imagen y a la honra de la víctima, ya que la mujer quedó asociada al comercio sexual y su vida privada quedó expuesta. Se estimó un daño al proyecto de vida y se tuvo en cuenta el impacto que el delito tuvo en la vida de la víctima, quien perdió a su pareja y el contacto con sus hijos.
Opinión editorial
Este caso resalta la necesidad de proteger a las personas más vulnerables de nuestra sociedad. La justicia ha actuado, pero es preciso trabajar en la prevención y en la educación para evitar que sucesos tan terribles se repitan. La explotación sexual es un flagelo que debemos erradicar.