Víctima de bullying en su infancia, se reinventa tras descubrir el diario íntimo de su madre
Justo antes de mudarse a vivir sola, Sol recibió tres diarios personales que su madre habia estado llenando durante décadas. En la cena de despedida, su madre le dijo emocionada: "Ahora es tu turno de continuar escribiendo tu historia". ¿Qué escribirá Sol en su diario?
Tl;dr
- María escribió un diario para su futura hija, Sol.
- Entregó los diarios a Sol cuando estaba lista para vivir sola.
- Sol compartió su experiencia leyendo los diarios en redes sociales.
- Sol planea seguir la tradición con sus propios hijos.
Un regalo inestimable
Desde siempre, María sabía lo que quería para su futuro: tener una hija y una familia. En 1993, comenzó a escribir un diario para esa futura niña, Sol, que nacería seis años después. En él, María registró sus logros, fracasos, preocupaciones y alegrías como madre.
El legado de una vida
Cuando Sol estaba a punto de independizarse, a los 23 años, María decidió que era el momento adecuado para entregarle los tres cuadernos que había acumulado. “Ahora te toca a vos seguir escribiendo tu historia”, le dijo, marcando un hito en la vida de ambas.
Un viaje al pasado
Años después, Sol decidió leer de nuevo aquellos diarios. Descubrió que, más que una crónica de su madre, eran una herramienta de autoconocimiento. Le permitieron ver su vida y su historia a través de los ojos de su madre, comprendiendo aspectos de sí misma que había olvidado o ignorado.
Una tradición que se perpetúa
Sol, ahora con 25 años, ha decidido que cuando tenga hijos también escribirá un diario para ellos. “El mundo cambia todo el tiempo y conocerse te permite vivir mejor”, reflexiona. De esta manera, la herencia de María no solo es un regalo invaluable para su hija, sino una tradición que perdurará en el tiempo.
Opinión editorial
La historia de María y Sol refleja la belleza de la conexión madre-hija y el poder de la escritura como herramienta de autoconocimiento. Es un testimonio de amor maternal y un recordatorio de cómo los pequeños actos pueden tener un profundo impacto en nuestras vidas. Sobre todo, es una invitación a valorar nuestras historias personales y a transmitirlas a las futuras generaciones.