Venganza por Encargo: Accidente Fatal, Crimen y Familias Enfrentadas en el Caso Emiliano D’aversa
Este joven fue víctima de un asesinato a los 18 años, recibiendo seis disparos en mayo de 2002. Aunque los autores intelectuales del crimen fueron condenados a cadena perpetua, el sicario sigue sin ser encontrado. ¿Quién podría ser el verdadero culpable?
Tl;dr
- Emiliano D’Aversa fue asesinado por venganza en 2002.
- La familia Salomón creía que D’Aversa causó la muerte de su familiar en un accidente de tráfico.
- Alfredo y Claudia Salomón fueron condenados por instigar el asesinato.
- El sicario que llevó a cabo el asesinato nunca fue encontrado.
El asesinato por encargo de Emiliano D’Aversa
El 20 de mayo de 2002, la vida de Emiliano D’Aversa fue arrebatada brutalmente en su propia perfumería en Villa Bosch. Un asesino entró en el negocio, le disparó seis veces con un silenciador y desapareció sin robar nada. Este crimen por encargo fue uno de los más impactantes de las últimas décadas en Argentina, pero el asesino nunca fue encontrado.
Venganza por un accidente fatal
Todo se remonta a la Navidad del año 2000, cuando un accidente de tráfico cambió las vidas de dos familias para siempre. Emiliano y su amigo Guillermo “Willy” Salomón sufrieron un accidente en el que Salomón murió. La familia Salomón estaba convencida de que Emiliano, no Willy, conducía el auto en el momento del accidente. Esta creencia provocó un deseo de venganza que culminó con el asesinato de Emiliano.
Condena a los instigadores del crimen
A pesar de que el asesino nunca fue encontrado, se logró hacer justicia al condenar a los instigadores del crimen. Alfredo y Claudia Salomón, padre y hermana de Willy, fueron condenados a cadena perpetua en 2006 por instigar el asesinato. Fue una victoria agridulce para la familia D’Aversa, que aunque aliviada por la sentencia, aún sufría la pérdida de Emiliano.
Un asesino aún en libertad
Aunque los instigadores del crimen están pagando por sus acciones, el asesino de Emiliano aún está en libertad. Las circunstancias de la época, sin “cámaras de seguridad ni en el municipio ni en las casas particulares”, según el abogado Fernando Arin, permitieron al asesino desaparecer sin dejar rastro. Esta incógnita sigue siendo un recordatorio doloroso del asesinato de Emiliano D’Aversa.
Opinión editorial
Los crímenes por encargo son un reflejo oscuro de nuestra sociedad, revelando cómo la ira y la venganza pueden nublar la razón y conducir a actos de violencia inimaginables. La historia de Emiliano D’Aversa es un recordatorio desgarrador de esta realidad. Pero la justicia, aunque tardía y parcial, ofrece un rayo de esperanza. Que su historia nos sirva como un llamado a la reflexión sobre la importancia de la justicia, el perdón y la paz.