Un encuentro con Lavezzi salva un negocio al borde del cierre: ‘Incluso en las películas no pasa’
En Santiago del Estero, Emiliano casi cerró su kiosco, pero un movimiento del exfutbolista que había asistido a la final entre Rosario Central y Platense, cambió sus intenciones. ¿Qué hizo exactamente el exfutbolista para alterar sus planes?
Tl;dr
- Emiliano, dueño de un kiosco en crisis, recibe visita de Ezequiel Lavezzi.
- Anteriormente pidió una señal al universo para continuar su negocio.
- Lavezzi regresa tras ganar la Copa de la Liga y le regala su camisa.
- Emiliano toma esto como una señal positiva y decide continuar con su kiosco.
El insólito encuentro con Lavezzi que salvó un kiosco en crisis
Emiliano, un modesto propietario de un kiosco en Santiago del Estero, vivió una experiencia digna de una película. En medio de una crisis que amenazaba con cerrar su negocio, recibió la visita inesperada del exfutbolista Ezequiel Lavezzi, a quien considera “una señal del universo”.
Un pedido al universo y la respuesta más inesperada
Después de una desafortunada traición de un socio, Emiliano enfrentaba una encrucijada: “Estaba muy mal económicamente”, confesó. En su desesperación, apeló a lo místico: “Le pedí al universo que me diera una señal”.
Y la señal llegó de la manera más insólita. Lavezzi, quien se encontraba en Santiago del Estero para ver la final de la Copa de la Liga, visitó su kiosco. “Mi negocio está a cinco cuadras del estadio Único”, relató Emiliano.
Un regreso prometido, un regalo inolvidable
El exfutbolista prometió volver si su equipo ganaba la copa. A pesar de que Emiliano no creía que esto ocurriese, contra todo pronóstico, Lavezzi cumplió su palabra. No solo volvió, sino que además le entregó a Emiliano su camisa de vestir, un gesto que él jamás olvidará.
Opinión editorial
Esta historia, más allá de su carácter anecdótico, nos recuerda que a veces, en los momentos más difíciles, un gesto de bondad puede tener un impacto inmenso. La visita de Lavezzi no solo ayudó a Emiliano a seguir adelante con su negocio, sino que también le dio una inyección de optimismo que todos necesitamos de vez en cuando. ¡Bravo por estos encuentros fortuitos que cambian vidas!