Sobreviviendo a la pandemia y una amputación: el vendedor de tortillas que desafía la adversidad
Alberto Jorratti, un valiente tucumano de 57 años, transformó su lucha por superarse en un negocio de parrillas improvisadas en la puerta de su casa para complementar su pensión por discapacidad insuficiente. "No me rindo", declaró a TN. ¿Quién no se inspiraría en su historia?
Tl;dr
- Alberto Jorratti, de 57 años, vende tortillas caseras para sobrevivir.
- Tras un accidente, perdió una pierna y no consigue trabajo formal.
- Antes de vender tortillas, intentó con un kiosco y venta ambulante.
- La situación económica del país complica aún más su realidad.
La lucha diaria de un hombre resiliente
Alberto Salomón Jorratti, un tucumano de 57 años, se ha convertido en un símbolo de la resistencia y la resiliencia. Lluvia o sol, mañana o noche, nada impide que este hombre monte su parrilla improvisada para vender tortillas caseras, una tradición de Tucumán.
Superando desafíos
La vida de Alberto se tornó aún más desafiante hace tres años. Un accidente le costó una pierna y, desde entonces, ha luchado por encontrar un empleo formal. Sin embargo, su espíritu indomable no le permite rendirse. “Trato de no aflojar. Hay que subsistir el día a día. No me doy por vencido, no me puedo dar por vencido”, expresó Alberto.
Impacto de la economía
La economía del país ha agravado la situación de Alberto. “Es muy complicado para mí para vender, porque entiendo que es complicado para comprar también. La situación económica no está bien.”, explicó. Para empeorar las cosas, Alberto cobra una pensión por discapacidad que no alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
Un rayo de esperanza
A pesar de las adversidades, Alberto sigue adelante. Recientemente, un video suyo contando su historia se viralizó y algunas personas se acercaron a donar. “Con la colaboración, mi hija fue a comprar carbón, harina y grasa para hacer la masa y nos permite estar un poquito mejor”, agradeció Alberto.
Opinión editorial
La historia de Alberto es un potente recordatorio de la resiliencia humana. A pesar de los desafíos y dificultades, él ha demostrado una determinación inquebrantable para sobrevivir. Su lucha diaria es un reflejo de la realidad de muchos argentinos que se enfrentan a una economía complicada y a la falta de oportunidades laborales. Sin embargo, su historia también nos enseña que, a pesar de las adversidades, es posible encontrar formas creativas de perseverar y mantener la esperanza. En un mundo que a menudo puede parecer sombrío, Alberto nos muestra que siempre hay luz al final del túnel.