Slow Horses: el thriller de espionaje diferente que triunfa en Apple TV+
La serie británica "Slow Horses", disponible en Apple TV+, propone una visión poco convencional del espionaje, centrándose en agentes relegados que buscan redimirse mientras enfrentan desafíos fuera de lo común dentro de los servicios secretos del Reino Unido.
Tl;dr
Un retrato sin concesiones del espionaje británico
La serie Slow Horses, disponible en la plataforma de streaming Apple TV+, lleva ya cinco temporadas desmarcándose de la imagen tradicional de los agentes secretos. Adaptada por Will Smith a partir de las novelas de Mick Herron, la producción retrata con ironía y un punto de acidez a un grupo de agentes del MI5 considerados los parias del espionaje, destinados a la gris oficina de Slough House. Lejos de los arquetipos heroicos y la tecnología sofisticada, aquí reinan el desencanto, la torpeza y una camaradería cargada de resignación.
Bajas discretas y ausencias poco lloradas
Uno de los elementos que define a Slow Horses es su manera radicalmente distinta de abordar las pérdidas humanas. En cinco temporadas, tres personajes fundamentales han desaparecido abruptamente: primero fue Sid (Olivia Cooke) en el inicio mismo de la serie; después Min Harper (Dustin Demri-Burns) cayó víctima de una emboscada rusa; más adelante Marcus Longridge (Kadiff Kirwan) encontró el mismo destino trágico. En todos los casos, la reacción grupal ha sido sorprendentemente contenida: apenas hay lamentos o gestos dramáticos, como si todo quedara reducido a un simple rumor interno. Es cierto que Louisa Guy (Rosalind Eleazar) se ve profundamente afectada por la pérdida de Min y Shirley (Aimee-Ffion Edwards) parece seguir el mismo camino tras la muerte de Marcus, pero para el resto estas ausencias apenas alteran su rutina.
Mick Herron: desmitificando al espía glamuroso
Detrás de este enfoque está la visión personal del autor original, Mick Herron. En una reciente entrevista recogida por Radio Times, el escritor explicaba su interés por explorar «el efecto real que tiene una desaparición dentro del grupo». La gama va desde el dolor auténtico hasta la indiferencia total encarnada en Roddy (Christopher Chung). Incluso las salidas voluntarias se gestionan con frialdad: cuando Louisa deja para siempre Slough House en el primer episodio de la quinta temporada, apenas hay despedidas más allá de compartir un trago con River (Jack Lowden) antes de seguir cada uno su camino solitario.
Lado B del género: humor negro y peligro rutinario
Varios elementos explican esta decisión:
Este tono mordaz aleja a Slow Horses tanto del universo «James Bond» como del romanticismo propio de John Le Carré. Más próxima —con cierta ironía— al ambiente absurdo de Dunder Mifflin que al glamour clásico del espionaje, la serie invita al espectador cada semana a descubrir cómo lo extraordinario puede ser tratado con aparente normalidad e incluso indiferencia en un oficio tan ingrato como este.