Secretos para conseguir mollejas a la parrilla tiernas y deliciosas
Una de las delicias destacadas de cualquier asado radica en sus secretos, tanto en la preparación previa como durante su cocción. ¿Conoces los secretos para conseguir el asado perfecto?
Tl;dr
- Las mollejas a la parrilla son un plato gourmet apreciado.
- Su preparación adecuada garantiza una buena textura y sabor.
- La limpieza y cocina precisa son esenciales para su éxito.
- Las mollejas de vaca y las de corazón son las más populares.
El encanto de las mollejas a la parrilla
En el amplio universo de la gastronomía, existen platos que se destacan por su exquisitez y atractivo, y uno de ellos son las mollejas a la parrilla. Este manjar, que en su día fue considerado un simple desecho, se ha convertido en un auténtico plato gourmet, conquistando el paladar de muchos.
Preparación y cocción: un arte culinario
Para que las mollejas resulten tiernas y sabrosas es crucial una preparación detallada. Primero, deben desgrasarse y retirarse la “aponeurosis”, la membrana que las recubre. Luego, se sumergen en un “blanqueo”, un baño en agua caliente con caldo, durante al menos dos horas, cambiando el agua regularmente.
Tras esta etapa, las mollejas se dejan enfriar, a veces incluso se les aplica peso para aplanarlas. La cocción en la parrilla debe ser lenta y calculada, alrededor de 40 a 50 minutos, volteándolas para asegurar una cocción uniforme. Finalmente, para lograr la textura crujiente tan deseada, se les da un “golpe de fuego fuerte”, acercándolas a una brasa intensa.
La elección: corazón vs garganta
A la hora de elegir las mollejas, las de vaca son las más populares, especialmente las denominadas “mollejas de corazón”. Estas mollejas son grandes y grasosas, lo que garantiza una doradura externa y un sabor inigualable al cocinarse. Por otro lado, las “mollejas de garganta” son más pequeñas y con menos grasa, siendo más adecuadas para la plancha o el disco.
Opinión editorial
En resumen, la preparación de las mollejas a la parrilla es un arte culinario que requiere precisión y paciencia. Sin embargo, el resultado final, con su equilibrio perfecto de textura y sabor, bien vale el esfuerzo. Así, las mollejas se confirman como una joya gastronómica que, con el toque adecuado, puede convertirse en la estrella de cualquier asado.