Secretos de expertos para perdonar lo inolvidable
En ciertas circunstancias, el perdón no implica eliminar las emociones negativas, sino simplemente renunciar a la venganza. ¿No crees que esto cambia nuestra percepción del perdón?
Tl;dr
- El perdón no es instantáneo y requiere que el dolor disminuya.
- Perdonar no implica tolerar la acción o renunciar a la justicia.
- Las emociones neutrales hacia el ofensor pueden indicar el perdón.
- El perdón puede ser por decisión o emocional.
El proceso de perdonar: un camino hacia la sanación
Contrario a la creencia popular, el perdón no es un acto instantáneo, ni automático. Este se logra cuando el dolor causado por una traición o daño se ha debilitado y los recuerdos ya no son tan dolorosos.
Perdonar no es olvidar
Según Tyler VanderWeele, profesor de Epidemiología en Harvard, “Perdonar no es lo mismo que tolerar la acción, disculparla o decir que está bien“. VanderWeele sostiene que uno puede buscar justicia y aún desear lo mejor para quien causó el daño. Esto, señala, “no es lo mismo que reconciliación“.
Perdón y emociones
La psicóloga clínica Laura Thompson sugiere que las emociones neutrales hacia el ofensor indican que se ha logrado el perdón. Matthew Ichihashi Potts, profesor de Moral Cristiana, va más allá y plantea que uno puede mantener sentimientos negativos, pero decidir no devolver “daño por daño”.
Tipos de perdón
El psicólogo Everett Worthington distingue entre el “perdón por decisión” y el “perdón emocional”. El primero implica un compromiso de reemplazar la mala voluntad hacia el ofensor con buena voluntad. El perdón emocional, en cambio, es la sustitución de pensamientos, emociones y sentimientos negativos hacia el ofensor por otros positivos.
Opinión editorial
Perdonar es un acto de liberación personal que requiere tiempo y reflexión. No significa justificar el daño recibido, sino entender y soltar el dolor para poder avanzar. Así, el perdón se convierte en una herramienta para nuestro propio bienestar y crecimiento.