Recuerdos de un Viaje Inolvidable a las Islas Malvinas
En esta tercera sección, rememoraremos nuestra visita a los campos de batalla y al cementerio militar de Darwin en Argentina, el lugar de descanso de 237 de los 649 valientes caídos en la guerra. ¿Te has preguntado cómo fue esa experiencia?
Tl;dr
- Viaje a las Islas Malvinas en 2008.
- Visita a los campos de batalla y cementerio militar argentino.
- Excursión a los campos de batalla de 1982.
- Visita al cementerio militar argentino de Darwin.
La Odisea en las Islas Malvinas
Recordar mi viaje a las Islas Malvinas en 2008 es revivir una experiencia que me hizo comprender la profundidad de los sucesos que allí tuvieron lugar. Conmemorando los 42 años del desembarco argentino en el archipiélago, descubrí lo significativo que fue este viaje para mí.
En la línea de batalla
Uno de los momentos más destacados fue la visita a los campos de batalla y al cementerio militar argentino de Darwin. Con la compañía de veteranos de guerra, realizamos un recorrido que nos permitió “descubrir la crudeza del enfrentamiento” y el estado de abandono de estos lugares de honor.
En Moody Brooks, contemplamos las ruinas del cuartel de los Royal Marines, y en San Carlos, nos sorprendió encontrar que los nombres en castellano de los lugares geográficos no fueron traducidos al inglés.
Un homenaje y un descubrimiento
Recorrimos el cerro Dos Hermanas, el monte Longdon y finalmente llegamos a monte Tumbledown. Allí, tuve el honor de cumplir con una tarea patriótica encomendada por la madre del infante de marina Roberto Leyes: enterrar objetos personales de su hijo caído en combate. Un homenaje que nos unió en un abrazo lleno de lágrimas.
El Cementerio Militar Argentino de Darwin
Finalmente, visitamos el cementerio de Darwin, donde yacen 237 héroes nacionales de los 649 muertos en la guerra. Este cementerio, que guarda la memoria de aquellos que dieron la vida por la Patria, es un lugar histórico nacional, cuya tutela pertenece al estado argentino.
Opinión editorial
Este viaje fue una lección de historia viva, un testimonio de la crudeza de la guerra y un homenaje a los que lucharon por su país. Es mi ferviente recomendación que más argentinos visiten las Islas Malvinas. La experiencia es reparadora, pragmática y aleccionadora. Nos ayuda a poner las cosas en su lugar y a comprender mejor nuestra propia historia.