Recordando a Fernando Báez Sosa: su madre confiesa que daría su vida por un último abrazo
Graciela, madre del joven que fue asesinado en Villa Gesell, compartió el domingo un conmovedor mensaje en Instagram en su memoria. ¿Qué impacto tuvo su publicación?
Tl;dr
- Graciela, madre de Fernando Báez Sosa, recuerda a su hijo en Instagram.
- La familia sigue esperando justicia por el asesinato de Fernando.
- Condenas a los responsables fueron emitidas el pasado febrero.
- Cinco de ellos recibieron condena perpetua y tres 15 años de cárcel.
El dolor inextinguible de una madre
Graciela, madre de Fernando Báez Sosa, ha expresado públicamente su dolor y amor inquebrantable por su hijo. A través de una publicación llena de emoción en Instagram, recordó a Fernando con palabras que denotan una profunda añoranza: “Daría mi vida por volver a escuchar cuando me decías ´te quiero mami, ya llegué ma´. Abrazarte, darte un beso y no dejarte ir nunca más”.
La lucha por la justicia continúa
Además de su dolor, Graciela y su esposo, Silvino Báez Sosa, continúan con su incansable lucha por la justicia. En una publicación adicional, la madre de Fernando expresó: “Seguimos esperando justicia por nuestro hijo Fernando. En tu corta edad te dejamos ir a divertirte y nunca regresaste por culpa de 8 asesinos”.
Las condenas para los culpables
El pasado 6 de febrero, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores, María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia, emitieron las condenas para los responsables de este atroz crimen. Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron condenados por el delito de “homicidio doblemente agravado, por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía en concurso real con ideal con lesiones leves” a perpetua. Por su parte, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron una pena de 15 años de cárcel por ser partícipes secundarios del mismo hecho.
Opinión editorial
El caso de Fernando Báez Sosa es un recordatorio doloroso de la violencia impensable que aún permea nuestra sociedad. La lucha de sus padres por la justicia es un testimonio de su amor inmenso y también un llamado a la acción. Debemos esforzarnos por construir una sociedad en la que tales atrocidades sean impensables y en la que la justicia no sea una esperanza, sino una garantía.