Previene la extracción de 70.000 kg de piedra fabricando baldosas de hormigón con plástico reciclado
Gracias a un préstamo de $30,000 de sus suegros, Sebastián inició la producción en su casa y hoy, su empresa de triple impacto, Gregui, posee un galpón de 400 metros cuadrados en Tandil con la meta de lograr cero desechos e integrarse a la economía circular. ¿Podrá lograrlo?
Tl;dr
- Sebastián Gregui crea Plastihormigón, un producto de base cementicia con plásticos reciclados.
- La empresa produce más de 300 metros de baldosas y 200 metros de revestimiento al mes.
- La producción de Plastihormigón contribuye a la reducción de la extracción de piedra y agua.
- El producto es un poco más costoso debido a los procesos adicionales requeridos para la incorporación del plástico.
Un nuevo amanecer en la construcción
Sebastián Gregui, un ex electricista reconvertido en empresario, está revolucionando el sector de la construcción con su producto innovador, Plastihormigón. Gracias a un préstamo de $30.000 de sus suegros, Gregui pudo dejar su antigua profesión para embarcarse en un proyecto único: la producción de placas de hormigón con plástico reciclado.
La colaboración con la academia
A través de un acuerdo con la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), Gregui comenzó a investigar cómo reutilizar el plástico de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Este esfuerzo conjunto dio lugar al nacimiento de los pisos y revestimientos de hormigón premoldeado con plástico reciclado, una innovación que está cambiando la forma en que vemos la construcción y el reciclaje.
Resultados y logros
Hoy en día, Gregui alquila un galpón de 400 metros cuadrados en el que produce más de 300 metros de baldosas y 200 metros de revestimiento por mes. Estos productos, que requieren de 4000 kilos de plásticos RAEE, han permitido a la empresa reutilizar más de 30.000 litros de agua y evitar la extracción de más de 70.000 kilos de piedra en los últimos dos años. Sin embargo, el precio de estos productos es entre un 10% y un 15% más alto que los que no contienen plástico, debido a los procesos adicionales requeridos para su producción.
Rumbo a la economía circular
Gregui tiene grandes planes para el futuro, incluyendo la evaluación de la incorporación de cemento producido con productos vegetales u orgánicos para reemplazar la arena y la piedra. Aunque aún enfrenta desafíos, como el costo y la resistencia del cemento convencional, Gregui está convencido de que la investigación dará frutos.
Opinión editorial
La historia de Gregui es un testimonio inspirador de cómo la innovación y el espíritu empresarial pueden transformar no sólo una industria, sino también contribuir a la sostenibilidad y a la economía circular. A través de su incansable trabajo, ha demostrado que es posible hacer negocios de manera responsable y ética, beneficiando tanto al medio ambiente como a la economía. Su visión y determinación son un modelo a seguir para otros empresarios y nos recuerdan que, con esfuerzo y creatividad, podemos encontrar soluciones sostenibles a los desafíos que enfrentamos en nuestro mundo actual.