Petro a Milei: “Intenta desmantelar la integración latinoamericana”
Gustavo Petro se defendió tras ser tildado de "asesino terrorista" por el presidente argentino y expresó su solidaridad con su homólogo mexicano, Manuel López Obrador. ¿Qué impacto tendrá esto en sus futuras relaciones diplomáticas?
Tl;dr
- Crece la tensión entre Javier Milei y Gustavo Petro.
- Petro responde a críticas de López Obrador y Milei.
- Milei insulta a Petro y López Obrador en entrevista.
- Posible expulsión de diplomáticos argentinos en Colombia.
Intensificación del conflicto Milei-Petro
El conflicto entre Javier Milei y el presidente colombiano Gustavo Petro se ha agudizado recientemente. Este jueves, Petro publicó un mensaje duro en respuesta a un tuit del presidente mexicano Manuel López Obrador, con quien también ha tenido fuertes enfrentamientos.
Acusaciones y respuestas
El presidente colombiano cuestionó las intenciones de Milei, afirmando: “Creo que Milei busca destruir, o al menos aplazar el proyecto de la integración latinoamericana. Hoy, el pueblo argentino sufre y la pobreza aumenta. La promesa de Milei de repetir el sistema neoliberal de hace 30 años puede ser un fracaso anunciado”.
El conflicto entre Petro y Milei comenzó en enero cuando el último llamó a Petro “comunista asesino”. Recientemente, Milei refirió al presidente colombiano como “asesino terrorista” en una entrevista con CNN, lo que llevó a Petro a ordenar la posible expulsión de diplomáticos de la embajada argentina en Colombia.
Reacciones y consecuencias
Este último incidente ha hecho que la Cancillería colombiana declare: “El alcance de esta decisión se comunicará a la Embajada argentina por los canales institucionales diplomáticos”. La nota no especificó quiénes son los diplomáticos incluidos en esta medida.
En la misma entrevista con CNN, Milei también criticó al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido un crítico habitual del mandatario argentino.
Opinión editorial
El creciente conflicto entre Milei y Petro representa un desafío para la diplomacia y la unidad latinoamericana. El fuerte lenguaje y las acusaciones personales no contribuyen al diálogo ni a la resolución de los problemas compartidos. Es necesario un tono más moderado y respetuoso para abordar las diferencias ideológicas y políticas.