¿Persistencia de mosquitos en Buenos Aires a pesar del frío, por qué?
Los científicos destacaron un fenómeno inusual en el que una especie resistente al frío se multiplica durante un período largo, lo que también modifica su comportamiento, haciéndolos más lentos. ¿Cuáles podrían ser las implicaciones de este cambio de comportamiento?
Tl;dr
- Los mosquitos continúan proliferando a pesar de las bajas temperaturas.
- Abundantes lluvias han prolongado la existencia de estos insectos.
- La situación es atípica y se relaciona con cambios climáticos.
- El frío ralentiza, pero no elimina a estos mosquitos.
Problema de los mosquitos persiste a pesar del frío
Aunque las temperaturas han bajado notablemente en gran parte del país, los mosquitos siguen siendo una preocupación constante. Las abundantes lluvias que tuvieron lugar al final del verano y principios de otoño han fomentado la proliferación de estos insectos, cuya resistencia a las bajas temperaturas se ha vuelto un desafío para los grupos de estudio dedicados a su comportamiento.
Factores climáticos atípicos
Sylvia Fischer, investigadora principal del Conicet y directora del Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explica que la situación es bastante anómala. «Los mosquitos que ahora vemos con frecuencia en los parques son los propios de las inundaciones, más silvestres. Su presencia se relaciona con una situación climática particular, ya que estos ejemplares se desarrollan en charcos temporales que se forman tras lluvias copiosas», afirma Fischer.
Un panorama inusual
La monitorización del mosquito Aedes albifasciatu se lleva a cabo desde hace 20 años en Buenos Aires. Según Fischer, aunque se han observado picos de abundancia en el pasado, lo que se vive actualmente es diferente: un gran número de mosquitos durante un largo periodo de tiempo. La recurrencia de las lluvias ha generado los charcos necesarios para el desarrollo de estos insectos, un proceso acumulativo que se ha hecho posible debido a las fuertes lluvias de los últimos seis meses.
Tolerancia de los mosquitos al frío
Fischer destaca que estos mosquitos, aunque toleran bien el frío, ven alterados sus procesos biológicos. «Cuando hace frío, se aletargan y aunque se ven muchos, casi ninguno está picando», comenta. A pesar de que su presencia es molesta, la investigadora cree que los mosquitos no deberían durar mucho más tiempo, ya que su vida es de unas pocas semanas.
Opinión editorial
Este escenario de mosquitos persistentes, a pesar de las bajas temperaturas, es un recordatorio contundente de cómo los cambios climáticos pueden alterar el comportamiento de los insectos y potencialmente afectar nuestro entorno. Es crucial seguir investigando y creando estrategias de control para estas situaciones atípicas, pero recurrentes, que podrían convertirse en la nueva normalidad si no se abordan adecuadamente.