Perpetua para el hombre que torturó y mató a su hijastro de un año en Mar del Plata
Desde septiembre de 2021, Alan Lapalma permanece en custodia tras el violento ataque contra el bebé de su pareja, provocado por el derrame de una gaseosa en la mesa. ¿Qué consecuencias crees que debería enfrentar por tal acto?
Tl;dr
- Alan Lapalma condenado a prisión perpetua por asesinar a su hijastro.
- Los jueces encontraron a Lapalma responsable de homicidio agravado.
- La madre del niño había afirmado que se atragantó con la comida.
- El crimen de Aaron Maximiliano Bustos Sosa conmocionó a Mar del Plata.
Condena ejemplar en Mar del Plata
Alan Lapalma, un hombre que fue acusado de asesinar cruelmente a su hijastro de apenas un año y medio, ha sido condenado a prisión perpetua por la Justicia de Mar del Plata. El trágico suceso ocurrió en septiembre de 2021 y dejó a la sociedad conmocionada.
Un crimen que estremeció a la sociedad
La madre del pequeño, inicialmente había sostenido que su hijo se había atragantado con comida. Sin embargo, la autopsia demostró que el niño había vivido un verdadero “calvario”.
Responsabilidad y agravantes en el caso
El Tribunal Oral en lo Criminal N°2, compuesto por los jueces Alexis Simaz, Néstor Conti y Roberto Falcone, encontró a Lapalma culpable de los delitos de homicidio agravado por ensañamiento y por lesiones leves agravadas por el vínculo y en un contexto de violencia de género.
En este escalofriante caso, se solicitó la pena máxima para el acusado por la fiscal Florencia Salas y el abogado del particular damnificado, Osvaldo Verdi. Por su parte, la defensa de Lapalma había pedido la absolución, alegando que no se había probado su autoría.
La brutalidad del crimen
El brutal asesinato de Aaron Maximiliano Bustos Sosa ocurrió el 18 de septiembre de 2021. El pequeño llegó descompensado a un hospital acompañado de su madre y el novio de esta, quien era el acusado. La pareja afirmó que el bebé se había atragantado con comida, pero los peritos comprobaron que había sido víctima de una tortura.
Opinión editorial
Este caso pone de manifiesto la necesidad de una mayor protección para los más vulnerables en nuestra sociedad. Es fundamental que se haga justicia en casos tan atroces como este. La condena a Alan Lapalma es un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer para prevenir y castigar la violencia infantil.