Nuevo método revolucionario: Vacunas por ultrasonido, ¡sin pinchazos!
La inoculación sigue siendo fundamental para prevenir diversas enfermedades hasta el día de hoy. Este innovador método de administración responde a la resistencia generada por el temor a las agujas. ¿No sería estupendo superar este miedo?
Tl;dr
- Muchos adultos y niños temen a las agujas.
- El miedo puede impedir que las personas se vacunen.
- La Universidad de Oxford desarrolla un método de vacunación con ultrasonido.
- El nuevo método podría hacer que las vacunas sean más efectivas y seguras.
El temor a las agujas y su impacto en la salud pública
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., una cuarta parte de los adultos y dos tercios de los niños sienten miedo a las agujas. Este temor puede ser tan fuerte que impide que las personas reciban atención médica esencial, como las vacunas. De hecho, en una encuesta de 2021, el 52% de los estadounidenses que aún no han recibido la vacuna contra el COVID-19 informó un miedo moderado a grave a las agujas.
Un nuevo método de vacunación: ultrasonido
En este contexto, la Universidad de Oxford ha desarrollado un nuevo método que utiliza ultrasonido para “empujar” las vacunas hacia la piel. El proceso se basa en la cavitación, un efecto acústico que se produce con la formación y el estallido de burbujas en respuesta a una onda sonora. Darcy Dunn-Lawless, estudiante de doctorado en el Instituto de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Oxford, explica que el objetivo es aprovechar estas ráfagas de energía para despejar los pasajes a través de la capa externa de las células muertas de la piel, actuar como una bomba que impulsa las moléculas del fármaco hacia estos conductos y abrir las membranas que rodean a las células.
Potenciales beneficios y desafíos
Las pruebas iniciales mostraron que este enfoque de cavitación administraba 700 veces menos moléculas de vacuna que la inyección convencional, pero produjo una respuesta inmunitaria más fuerte. Esto puede deberse a que la administración ultrasónica se dirige a la piel, rica en sistemas inmunológicos, en lugar de a los músculos. El nuevo método podría hacer que las vacunas sean más efectivas, reducir el riesgo de efectos secundarios y bajar costos. Sin embargo, “la exposición a una cavitación excesiva puede causar daños mecánicos a las células y estructuras”, advierte Dunn-Lawless.
Opinión editorial
Este avance podría revolucionar la administración de vacunas, aliviar el temor a las agujas y mejorar la eficacia inmunológica. Sin embargo, aún queda mucho por aprender sobre los riesgos y limitaciones de esta tecnología. Es fundamental continuar la investigación para garantizar la seguridad y eficacia de este método antes de su implementación generalizada.