Nicaragua: Ortega libera y destierra a 18 líderes religiosos al Vaticano
Monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel, es uno de ellos. Desde Managua se expresó gratitud hacia el Papa Francisco y se mencionaron acuerdos de "buena fe". ¿Qué pasará en el futuro con estos acuerdos?
Tl;dr
- El gobierno de Nicaragua excarceló a dos obispos y 13 sacerdotes.
- Los liberados fueron enviados al Vaticano.
- El obispo Álvarez fue condenado a 26 años de prisión.
- El gobierno alega acuerdos de “buena fe” con la Santa Sede.
Excarcelación y exilio al Vaticano
En un giro de eventos recientes, el gobierno de Nicaragua liberó este domingo a dos prelados católicos, monseñor Rolando Álvarez, un crítico destacado del presidente Daniel Ortega, y al obispo Isidoro Mora. Junto a ellos, 13 sacerdotes y tres seminaristas también fueron liberados y enviados al Vaticano, según confirman fuentes de prensa y opositores en el exilio.
El caso de Rolando Álvarez
“Álvarez fue detenido en agosto de 2022 y condenado en febrero pasado a 26 años de prisión”, recordó el sacerdote Uriel Vallejos, la activista humanitaria Haydée Castillo y varios medios de prensa, todos exiliados.
Acciones previas y reacciones
Este no es un hecho aislado. En octubre pasado, otros 12 clérigos fueron liberados y enviados a Roma tras un acuerdo del gobierno con el Vaticano. Uriel Vallejos, exiliado en Estados Unidos, criticó estas acciones a través de la red social X, alegando que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, pretenden “dejar sin sacerdotes a Nicaragua”.
Por su parte, la presidencia de Nicaragua declaró que los religiosos viajaron luego de alcanzar “acuerdos de buena fe y buena voluntad” con la Santa Sede para mejorar el “entendimiento” con las autoridades de la Iglesia Católica. Añadió que el papa Francisco y el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, ya habían recibido a los exiliados.
Cabe recordar que la relación entre la Iglesia y el gobierno se deterioró después de que Ortega acusara a los sacerdotes de apoyar las protestas antigubernamentales de 2018, las cuales dejaron, según la ONU, más de 300 muertos.
Opinión editorial
Estos acontecimientos demuestran una vez más la tensa relación entre el gobierno de Ortega y la Iglesia Católica. Sin embargo, la liberación y el exilio de estos clérigos puede interpretarse como un gesto de conciliación. Aunque queda por ver si esta acción tendrá un impacto real en la restauración de las relaciones entre ambas partes.