Nandon: El artista urbano que ganó fama vendiendo su ego
Desde que Fernando Salimbene, a los 15 años, empezó a pintar graffitis, su camino en el arte comenzó. Sus creaciones no firmadas se han popularizado en las redes, a pesar de que están ubicadas en Mar del Plata. ¿Has visto alguna de sus obras?
Tl;dr
- Fernando Salimbene, alias Nandon, es un famoso artista callejero de Mar del Plata.
- Es conocido por sus carteles de madera pintada con frases intrigantes.
- Nandon comenzó su carrera artística con el graffiti a los 15 años.
- Su frase más conocida es “Vendo mi ego”.
Un artista callejero que desafía a los transeúntes
En las calles de Mar del Plata, Argentina, uno puede encontrar una serie de carteles de madera pintados de verde agua. Estos carteles, adornados con diferentes frases en rojo, son obra del artista urbano Fernando Salimbene, más conocido como Nandon.
De graffitis a carteles intrigantes
Nandon, que comenzó su carrera en el arte con graffitis a la temprana edad de 15 años, ha evolucionado hacia una forma de arte más sutil pero igualmente impactante. “Hago intervenciones urbanas y actualmente vivo y trabajo en la ciudad de Mar del Plata. Me hice conocido por hacer unos carteles que cuelgo en los postes y la gente se los cruza en la calle y les sacan fotos y los comparten”, dijo Salimbene.
Frases para reflexionar
Lo que distingue a los carteles de Nandon no es solo su estética, sino también su contenido. “La más conocida es ‘Vendo mi ego’. Más que nada elijo frases que a las personas las interpelen en el día a día, tanto sea cuando van a trabajar o caminan o pasean”, explicó. Otras de sus frases incluyen “¿A dónde vamos ahora?”, “Siempre los mismos” y “Soy mi propia cruz”.
“Vendo mi ego”: Un servicio o producto
Sobre su famosa frase “Vendo mi ego”, Nandon la describe como una forma de presentar el ego como un nuevo servicio o producto, similar a la educación, la seguridad o la salud. Propone el ego del artista, una entidad a menudo vista como elevada, para que otros lo compren si así lo desean.
Opinión editorial
El arte de Nandon es un ejemplo perfecto de cómo el arte callejero puede provocar una reflexión profunda en los transeúntes. Es una forma de comunicación que trasciende las barreras del lenguaje y la cultura, y que tiene el potencial de unir a las personas a través de emociones y experiencias compartidas. En lugar de ser simplemente decorativo, el arte de Nandon obliga a las personas a detenerse y pensar, a cuestionar su realidad y su lugar dentro de ella. Este es el poder del arte, y es emocionante ver a artistas como Nandon aprovecharlo al máximo.