Mujer intenta ahogar a su hijo tras confesar que no quiere vivir con ella
El pequeño de 10 años logró contactar a su padre para solicitar auxilio. Aunque la agresora se encuentra en libertad, se enfrentará a un juicio. ¿Qué consecuencias crees que enfrentará?
Tl;dr
- Mujer intenta ahogar a su hijo en Alabama.
- El niño quería vivir con su padre, desencadenando la violencia.
- El padre alerta a las autoridades; la madre es arrestada y liberada.
- El juicio se llevará a cabo el 20 de mayo.
Acusada de abuso infantil agravado
Un espantoso incidente en Alabama, Estados Unidos, ha causado indignación. Una mujer, identificada como Ashley Elizabeth Jones, de 34 años, enfrenta cargos por abuso infantil agravado. Se le acusa de intentar ahogar a su propio hijo de 10 años en la bañera.
Un acto desencadenado por un deseo inocente
El detonante de este acto incomprensible fue la decisión del niño de querer vivir con su padre. Jones, quien comparte la custodia con su ex pareja, reaccionó violentamente al enterarse de los deseos de su hijo. Según fuentes policiales, la madre golpeó, mordió y roció con lavandina al niño.
Un escape milagroso
“El niño corrió a bañarse para quitarse el líquido corrosivo, pero su madre lo siguió”, informa la revista People. En un intento aterrador de ahogar a su hijo, Jones saltó a la bañera con él y procedió a hundir su cara en el agua durante 45 segundos. Posteriormente, el niño fue encerrado en un armario durante tres horas. Afortunadamente, logró escapar y alertó a su padre sobre el incidente.
El padre, tras escuchar lo ocurrido, denunció a Jones. La policía arrestó a la mujer el 23 de abril en base a la declaración del niño y las evidencias físicas de abuso. Sin embargo, Jones negó las acusaciones y quedó en libertad el mismo día tras pagar una fianza de US$50.000.
Consecuencias legales y custodia en juego
El juicio se celebrará el 20 de mayo. A pesar de las graves acusaciones, las autoridades no han revelado si le han retirado la custodia del niño a Jones.
Opinión editorial
Este caso evidencia la necesidad imperante de mejorar los sistemas de protección de los menores. Es urgente que se priorice su bienestar sobre cualquier disputa de custodia, garantizando que las decisiones se tomen siempre en su mejor interés.