Mujer de 87 años muere aplastada tras confundir el estacionamiento de su auto
La víctima sufrió un malestar que la obligó a abandonar su vehículo antes del accidente. Aunque los doctores la atendieron inmediatamente, lamentablemente perdió la vida este miércoles por la tarde en el hospital. ¿Qué pudo haber causado este trágico suceso?
Tl;dr
- Mujer de 87 años muere atropellada por su propio auto.
- El incidente ocurrió en Brooklyn, Nueva York.
- Fue identificada como Joan Behan, ex docente y madre de cuatro.
- Joan era una persona activa y querida por todos.
Tragedia en Brooklyn
Una inusual tragedia ha sacudido a la comunidad de Brooklyn, Nueva York. Joan Behan, una mujer de 87 años, ha perdido la vida en un accidente automovilístico, pero lo inusual de este incidente es que fue su propio vehículo el que la atropelló.
El desafortunado incidente
La tarde del miércoles, Joan pensó que había estacionado correctamente su Toyota Corolla azul en la entrada de su garaje. Desafortunadamente, dejó el vehículo en marcha y se cayó detrás de él. “Le pasó por encima”, describió un oficial de la policía local. Según las autoridades, Joan se habría bajado del auto porque no se sentía bien y se desplomó en el piso justo cuando el vehículo comenzó a retroceder, atropellándola en el proceso.
Ayuda inmediata y desenlace trágico
Una ambulancia llegó al lugar y atendió a Joan, quien sufrió graves traumatismos en la cabeza y el pecho. Fue trasladada de urgencia al Hospital Langone de la Universidad de Nueva York, pero sus heridas eran demasiado graves y no lograron salvarla.
Recordando a Joan
Joan era una mujer increíblemente activa para su edad, según relataron sus hijos al New York Post. Había trabajado toda su vida como docente, era madre de cuatro hijos y abuela de diez nietos. “Ella siempre hizo la vida de todos muy feliz, sin importar con quien hablara. Todo el mundo la amaba”, compartió uno de sus hijos.
Opinión editorial
Este trágico suceso nos recuerda la importancia de estar siempre alerta y cuidadosos, incluso en las tareas más cotidianas. Joan Behan, cuyo espíritu activo y amoroso dejó huella en todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerla, será recordada por su calidez y su dedicación a su familia y a la educación. Que su historia sirva como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la necesidad de atesorar cada momento que compartimos con nuestros seres queridos.