Milei propone una ‘cláusula’ para privatizar empresas estatales o transferir sus empleados
El gobierno planea deshacerse de algunas empresas estatales para reducir el déficit. El presidente podría emplear esta estrategia para sortear las objeciones de los trabajadores reacios a asumir la responsabilidad de estas compañías. Se están considerando 33 empresas. ¿Cómo afectará esto a la economía?
Tl;dr
- El gobierno de Javier Milei busca privatizar empresas estatales deficitarias.
- Plantea transferir acciones a los empleados de las empresas, generando rechazo.
- Se apela a la “cláusula antiboicot” para superar la resistencia de los trabajadores.
- Se cuestiona el futuro de estas compañías si los empleados no pueden cubrir sus déficits.
Planes de privatización de Milei
El gobierno de Javier Milei, con un megadecreto publicado recientemente, ha comenzado a allanar el camino para la privatización de muchas de las empresas del Estado nacional, especialmente aquellas que presentan un fuerte déficit y que anualmente reciben miles de millones para su funcionamiento.
Transferencia de acciones a empleados
Una de las estrategias de Milei para deshacerse de las empresas estatales es transferir sus acciones a los empleados. De hecho, el DNU permite que Aerolíneas Argentinas transfiera total o parcialmente sus acciones a sus empleados, una medida que ha generado un fuerte rechazo entre los trabajadores de la compañía.
La “cláusula antiboicot”
Para superar la resistencia de los trabajadores de estas empresas estatales, Milei recurre a la “cláusula antiboicot”, una herramienta del Programa de Propiedad Participada. Esta cláusula establece que si el Presidente decide proceder con la entrega de la compañía a sus empleados, basta con que uno de ellos la quiera. Sin embargo, esta medida ha generado preocupación entre los trabajadores que ya advirtieron que no podrán mantener los costos de las rutas menos rentables.
El futuro de las empresas estatales
La propuesta libertaria de Milei plantea interrogantes sobre el futuro de estas compañías en caso de que sus empleados no logren cubrir sus déficits. Se plantean dos posibles salidas: la venta de estas compañías al sector privado o su quiebra total. Todavía no está claro cómo será el proceso de tasación de una empresa. Se especula con que pueda intervenir el Tribunal de Tasación de la Nación.
Opinión editorial
Este plan de privatización plantea desafíos y incertidumbres significativas. Aunque la intención de reducir el déficit fiscal es comprensible, el impacto en los trabajadores de estas empresas y la viabilidad a largo plazo de las mismas deben considerarse cuidadosamente. Es fundamental asegurar una transición justa y sostenible para todos los involucrados.