Milei apunta a privatizar empresas con déficit de $1,6 billones en 2023: tres en la mira
Aunque el interés en la privatización de empresas públicas parece haber disminuido recientemente, la idea persiste. ¿Cuáles de estas firmas presentan los resultados financieros más desfavorables?
Tl;dr
- El gobierno planea privatizar empresas públicas deficitarias.
- Las empresas estatales registraron un déficit de $1,6 billones en 2023.
- Las empresas más deficitarias son Casa de Moneda, AYSA y Aerolíneas Argentinas.
- El Tesoro realizó transferencias por más de $2 billones en 2023.
La privatización de empresas públicas en la mira del gobierno
En el marco de una economía en constante desafío, el gobierno tiene en su lista de planes la privatización de empresas estatales. Esta medida, aunque algo controvertida, se justifica en la necesidad de alcanzar el equilibrio fiscal. Las cifras del 2023 son elocuentes: las compañías bajo la órbita del Estado cerraron el año con un déficit que supera los $1,6 billones.
Transferencias del Tesoro y déficit acumulado
Para cubrir este déficit, el Tesoro realizó transferencias por más de $2 billones durante el último trimestre del año. No obstante, si se suman los gastos vinculados a inversiones o equipamiento, el resultado financiero es aún más preocupante: se registra un déficit acumulado de $845.129,6 millones al cierre del año anterior.
Las empresas estatales más deficitarias
Los números rojos en las cuentas públicas se deben principalmente a tres empresas: Casa de Moneda, AYSA y Aerolíneas Argentinas. La Casa de Moneda, responsable de la emisión de billetes y monedas nacionales, registró un déficit de $422.879,8 millones, el más alto entre las empresas estatales. Por su parte, Aerolíneas Argentinas y AYSA, presentaron déficits de $385.115,3 millones y $384.239 millones respectivamente.
En el caso de Aerolíneas Argentinas, a pesar de un incremento considerable en sus ingresos, sus gastos corrientes también aumentaron. Esto se debió al mantenimiento de sus servicios y a la remuneración de sus casi 12.000 empleados.
Opinión editorial
Es evidente que la situación actual de estas empresas estatales es insostenible. Sin embargo, la privatización no debería ser la única solución considerada. Es crucial explorar otras alternativas que permitan preservar los empleos y garantizar la prestación de servicios esenciales a la ciudadanía. Recordemos que estas empresas no solo tienen un propósito económico, sino también un rol social fundamental.