Martha de ‘Bebé Reno’ habla: ‘Richard Gadd está loco y me propuso sexo’
Fiona Harvey apareció en la televisión británica para asegurar firmemente que nunca acosó a dicho comediante. ¿Crees que su declaración puede cambiar la percepción del público?
Tl;dr
- Fiona Harvey, supuesta “Martha” de “Bebé Reno”, habla por primera vez.
- Niega acoso y califica a Richard Gadd de psicótico.
- Harvey afirma que Gadd insinuó un encuentro sexual.
- El creador de la serie, Gadd, está siendo investigado por su relación con una actriz.
La supuesta “Martha” de “Bebé Reno” rompe el silencio
La serie de Netflix, “Bebé Reno”, ha estado en el centro de la atención mundial, especialmente en torno a la misteriosa figura de “Martha”. Fiona Harvey, quien se cree que es la verdadera Martha, finalmente ha roto su silencio. En una reciente entrevista televisiva, Harvey, de 58 años, ha negado rotundamente las acusaciones de haber acosado al creador del espectáculo, Richard Gadd.
Una confrontación con Richard Gadd
Durante la entrevista, Harvey describió a Gadd como “psicótico y completamente loco”. Afirmó que Gadd la había solicitado para tener relaciones sexuales y expresó su arrepentimiento por su primer encuentro en el bar donde él trabajaba. Harvey se defendió afirmando que visitaba el bar regularmente para comer, independientemente de si Gadd estaba trabajando o no.
Reacciones y aclaraciones
Tras la emisión de la serie, Harvey ha enfrentado reacciones violentas en las redes sociales, incluyendo amenazas de muerte. A pesar de la intensidad de la reacción, Harvey sostiene que “No recibí un pedido de disculpas por parte de Netflix ni de él”. También negó categóricamente haber abusado de Gadd, como se muestra en la serie, y afirmó que nunca ha estado en la cárcel.
En un momento de la entrevista, se le preguntó a Harvey si alguna vez estuvo enamorada de Gadd, a lo que respondió con un rotundo “no”.
Opinión editorial
Este caso destaca el poder de la narrativa en el mundo del espectáculo y cómo puede afectar a personas reales. Fiona Harvey es un recordatorio de que detrás de cada historia ficticia, puede haber una realidad más complicada y dolorosa. Es esencial que encontremos un equilibrio entre la creatividad artística y la responsabilidad ética, para evitar la explotación de individuos en la creación de contenido dramático.