Lula da Silva despliega Fuerzas Armadas en fronteras, puertos y aeropuertos de Brasil
El mandatario aprobó el pasado miércoles un decreto que permite la intervención de los militares para combatir el crimen organizado. ¿Qué impacto tendrá esta medida en la lucha contra el crimen?
Tl;dr
- Las Fuerzas Armadas de Brasil fortalecen la seguridad en puertos, aeropuertos y fronteras.
- La medida es una respuesta al crimen organizado y a la inseguridad en varios estados.
- La presencia militar se extenderá hasta 2024, con posibilidad de prórroga.
- La vigilancia se intensificará en las fronteras con Bolivia y Paraguay.
Implementación de seguridad reforzada en Brasil
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha ordenado el despliegue de las Fuerzas Armadas de Brasil en los principales puertos y aeropuertos del país, así como en las fronteras con Paraguay y Bolivia. Esta medida, que se enmarca dentro de un decreto firmado recientemente, tiene como objetivo combatir el crimen organizado, que se aprovecha de estas infraestructuras críticas para sus actividades ilícitas.
Cooperación entre Fuerzas Armadas y Policía
Las Fuerzas Armadas trabajarán en estrecha colaboración con la Policía y otros cuerpos de seguridad del Estado. Esta presencia se mantendrá hasta mayo de 2024, aunque el presidente Lula ha dejado claro que la medida podría prorrogarse si fuera necesario. No se mencionó en el reporte la militarización de la frontera con Argentina.
Motivos detrás de la medida
El Gobierno tomó esta decisión debido al deterioro de la seguridad en algunos estados del país, como Río Grande do Norte, Bahía y Río de Janeiro. Además, San Pablo es el epicentro de las operaciones del Primer Comando de la Capital (PCC), la banda criminal más poderosa de Brasil. Los militares custodiarán los puertos de Itaguaí, Río de Janeiro y Santos, y los aeropuertos internacionales de Galeão y Guarulhos.
Además, se intensificará la vigilancia en las fronteras con Bolivia y Paraguay, con especial atención en el lago de Itaipú, una de las rutas utilizadas por los narcotraficantes para introducir drogas en Brasil. Paralelamente, la Policía Federal fortalecerá las acciones de inteligencia contra las facciones armadas y los grupos parapoliciales.
Opinión editorial
La militarización de las infraestructuras críticas representa una medida drástica pero necesaria en la lucha contra el crimen organizado en Brasil. Sin embargo, es indispensable que el Gobierno garantice el respeto a los derechos humanos durante la aplicación de estas medidas y que estas no se conviertan en una solución a largo plazo, sino en un paso hacia una política de seguridad más efectiva y respetuosa con las libertades individuales.