“La Vengadora”: La esposa despechada que encarceló a la banda del robo del siglo
Alicia Beatriz Di Tullio, hermana de "Pepita, la pistolera" y ex pareja de uno de los ladrones implicados en el robo al Banco Río de Acasusso en 2006, denunció a su esposo al descubrir que planeaba huir del país con el dinero robado y su amante. Mario Vitette Sellanes, conocido como el "hombre del traje gris", dijo a TN que no le guarda rencor a ella, la considera una víctima. ¿Podría este acto cambiar la percepción pública de Alicia?
Tl;dr
- El robo al Banco Río de Acasusso fue delatado por la esposa de un ladrón.
- Los ladrones escaparon con 19 millones de dólares tras un año de planificación.
- La delación se debió a una venganza amorosa de la mujer despechada.
- Todos los ladrones fueron capturados y condenados, pero ahora están en libertad.
El golpe maestro y la venganza de una mujer
El robo al Banco Río de Acasusso, conocido como “el robo del siglo”, fue una operación criminal perfectamente orquestada. Un grupo de cinco hombres, tras un año de meticulosa planificación, logró burlar a las autoridades, tomar rehenes y escapar con un botín de 19 millones de dólares. Pero lo que no esperaban era la reacción de una mujer despechada.
La trampa de la traición
Cuando Alicia Beatriz Di Tullio, la esposa de uno de los ladrones, descubrió que su marido planeaba huir con el botín y su amante, decidió delatar a toda la banda. “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores”, la nota que los ladrones dejaron en la bóveda del banco, se convirtió en una sentencia irónica para ellos mismos.
El desenlace inesperado
El testimonio de Di Tullio fue crucial para la captura y condena de los ladrones. Reveló detalles precisos del robo y de las acciones posteriores, como la ocultación de 600 mil dólares en una heladera. Su testimonio, nacido de la ira y la venganza, resultó ser el factor determinante para el desenlace de este caso criminal.
La vida después del robo
Hoy, todos los miembros de la banda están en libertad. Mario Vitette Sellanes, el “hombre del traje gris”, vive en Uruguay, ha formado una familia y ha dejado atrás su vida criminal. A pesar de los años transcurridos y las heridas infligidas, Vitette no guarda rencor hacia Di Tullio, a quien considera una víctima más de las circunstancias.
Opinión editorial
Este caso es un recordatorio de que, por muy perfecto que sea el plan, siempre hay factores incontrolables. La traición de Di Tullio no fue solo un acto de venganza, sino también una reacción a la traición y al engaño. Es una lección de que, en última instancia, las acciones tienen consecuencias y la lealtad no se puede comprar, ni siquiera con 19 millones de dólares.