Joaquín Batistuta: El hijo del ícono del fútbol Gabriel Batistuta, a quien dedicó un festejo y envió a trabajar
Nací el 29 de junio de 1998, justo un día antes del emocionante enfrentamiento entre Argentina e Inglaterra en los octavos de final del Mundial de Francia. Mi padre me enseñó una valiosa lección de humildad. ¿Quieres saber cuál fue esa lección?
Tl;dr
- Batistuta celebró un gol en 1998 con un gesto a su hijo recién nacido.
- Enseñó a sus hijos el valor del trabajo y la dignidad.
- Su hijo Joaquín trabajó en una fotocopiadora a pesar de la riqueza familiar.
- El hijo más joven de Batistuta, Shamel, sigue los pasos de su padre en el fútbol.
El legado de Batistuta: más allá del fútbol
La figura de Gabriel Batistuta es un ícono indiscutible del fútbol argentino. No obstante, la lección más valiosa que el exdelantero nos ha dejado trasciende el terreno de juego. Se trata del valor del trabajo y la dignidad.
Un gol para el recuerdo
Es recordado el festejo de Batistuta tras marcar un gol a Inglaterra en el Mundial de Francia 1998, en el que movió los brazos como si meciese a un bebé. Este gesto era un homenaje a su tercer hijo, Joaquín, nacido el día anterior. “Feliz cumpleaños Joaquín! Está grande el bebé al que le dediqué el gol a los ingleses en el Mundial de Francia”, expresó Batistuta años después en su cuenta de la red social X.
Una lección de vida
Pese a la fortuna acumulada durante su carrera futbolística, Batistuta inculcó en sus hijos la importancia del trabajo. En una entrevista en 2019, reveló que Joaquín, entonces de 20 años, trabajaba en una fotocopiadora. “Puede resultar llamativo que trabaje en ese lugar, la gente tiende a juzgar, pero lo que quiero regalarles a mis hijos es dignidad”, sostuvo. Esta lección de humildad es un tesoro más valioso que cualquier bien material.
Los pasos de un padre
Shamel, el hijo más joven de Batistuta, se ha decantado por seguir los pasos de su padre en el fútbol. Nacido en Qatar en 2003, juega actualmente como delantero y sueña con su debut profesional en el fútbol argentino.
Opinión editorial
La historia de Gabriel Batistuta nos recuerda que el verdadero éxito va más allá de los logros profesionales o la riqueza material. La lección de vida que Batistuta imparte a sus hijos, y a todos nosotros, es una clara muestra de que la dignidad y el esfuerzo personal son valores inestimables que no pueden ser suplantados por ningún bien material. Su legado, plasmado en sus hijos y sus acciones, es un testimonio de que el éxito verdadero se mide en términos de integridad y valores humanos.