Jenni Hermoso ante el juez: denuncia acoso y beso no consensuado en el caso Rubiales
La deportista asistió a la Audiencia Nacional en Madrid para testificar. Según la Fiscalía, el ex presidente de la RFEF podría recibir desde una multa hasta una condena de cuatro años de prisión. ¿Cómo afectará este juicio al mundo del deporte?
Tl;dr
- Jenni Hermoso afirma que el beso de Rubiales no fue consentido.
- La declaración de Hermoso sobre el incidente fue retrasada.
- El juez Francisco de Jorge investiga a Rubiales por agresión sexual.
- Las penas para Rubiales pueden ser desde una multa hasta la prisión.
El beso no consentido de Rubiales
En una afirmación contundente, la campeona mundial de fútbol Jenni Hermoso ha reiterado ante un juez que el beso que recibió del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, fue un acto no consentido. Esta declaración, inicialmente prevista para el 28 de noviembre, se pospuso debido a problemas de agenda.
Una situación de desasosiego
Hermoso ha declarado que el beso fue “inesperado” y “en ningún momento consentido”, según fuentes judiciales. Además, la jugadora afirmó que sufrió un “atosigamiento constante” de Rubiales y su entorno en los días posteriores al incidente. Esta presión alteró su vida normal, produciendo una situación de desasosiego y tristeza.
Investigación y posibles consecuencias
Tras la denuncia de Hermoso, el juez Francisco de Jorge abrió una investigación en septiembre contra Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones. Además, la medida cautelar impuesta a Rubiales le prohíbe acercarse a menos de 200 metros de Hermoso. Según una reciente reforma del Código Penal español, un beso no consentido puede ser considerado como una agresión sexual. Las penas a las que podría enfrentarse Rubiales van desde una multa hasta cuatro años de prisión.
Opinión editorial
Este caso subraya la importancia de abordar las agresiones sexuales en todos los ámbitos, incluido el deporte. Es vital que las víctimas como Hermoso se sientan seguras para denunciar y que los acusados, sin importar su estatus, sean responsabilizados. Este juicio es una oportunidad para poner de relieve la necesidad de un cambio cultural y legal.