Javier Milei visitará la tumba del ‘rebe de Lubavitch’ en Nueva York: ¿Cómo es?
El presidente electo, acompañado por Luis Caputo, Karina Milei y Nicolás Posse, inició un rápido recorrido por Estados Unidos para atender asuntos personales y compromisos oficiales. ¿Qué impacto tendrá esta gira en su mandato?
Tl;dr
- El presidente Javier Milei realiza una gira en EE.UU.
- Visita la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson.
- La visita tiene connotaciones personales y religiosas para Milei.
- El rabino es considerado una figura icónica del judaísmo.
El presidente Milei en una gira significativa por EE.UU.
Javier Milei, el recién electo presidente, ha emprendido un viaje de gran relevancia a Estados Unidos. Este viaje, que comprende tanto a Nueva York como a Washington, tiene objetivos tanto personales como oficiales.
Milei, acompañado por figuras notables como Karina Milei, Luis “Toto” Caputo, Nicolás Posse y Santiago Caputo, tiene en su agenda una actividad de particular importancia: la visita a la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, también conocido como “el rebe de Lubavitch”.
Un acercamiento personal al judaísmo
El motivo de la visita a la tumba del icónico rabino radica en las conexiones personales de Milei con el judaísmo. Esta visita no es la primera; en julio de este año, antes de las PASO, Milei realizó un viaje similar. La tumba, ubicada en el cementerio de Montefiore, es considerada un lugar de inspiración y orientación para miles de personas, incluyendo líderes mundiales.
El legado del “rebe de Lubavitch”
Nacido en 1902, Menachem Mendel Schneerson fue una figura crucial del judaísmo, destacando por su enfoque de la Torá como guía para la vida cotidiana. Bajo su liderazgo, el grupo jasídico Jabad Lubavitch se transformó en uno de los movimientos más influyentes del judaísmo religioso.
La visita de Milei a la tumba de Schneerson no solo destaca su conexión personal con el judaísmo, sino que también pone de relieve el legado duradero de Schneerson y su influencia en la comunidad judía y más allá.
Opinión editorial
La visita del presidente Milei a la tumba de Schneerson es un recordatorio del poder de las conexiones personales y de la influencia que las figuras históricas continúan ejerciendo en la actualidad. Es un acto que pone de manifiesto el respeto y la devoción hacia las figuras que han dejado una huella imborrable en la historia de la humanidad.