Irán ataca, Israel en alerta máxima: Netanyahu bajo inmensa presión
La reciente agresión de Irán, neutralizada por las defensas de Israel y sus aliados regionales, ha allanado un camino temible que podría llevar al peor escenario posible: un conflicto regional de efectos devastadores. ¿Cómo se desarrollarán los eventos a partir de ahora?
Tl;dr
- Israel combate una «guerra proxy» con Irán.
- Irán ahora ataca directamente a Israel.
- Israel evalúa lanzar un contraataque o desescalar el conflicto.
- Netanyahu enfrenta presión interna e internacional.
La «guerra proxy» de Israel contra Irán
Hasta ahora, Israel ha estado lidiando con una «guerra proxy» con Teherán, un tipo de conflicto en el que uno o dos países utilizan a terceros para enfrentarse a un enemigo, evitando la participación directa en la batalla. Estos terceros eran grupos afines financiados por los ayatolah en lugares como Gaza, Líbano, Irak, Siria y Yemen.
Irán cruza una línea roja
Sin embargo, el sábado pasado, «Irán cruzó este límite». Ha dejado de ser una guerra indirecta; ya no son las milicias de Hamas o Hezbollah, los hutíes yemenitas o los milicianos chiitas de Siria e Irak los que lanzan misiles sobre el territorio israelí. Ahora es el propio Irán el que ataca a Israel.
El dilema de Israel: contraatacar o desescalar
Israel se encuentra en una encrucijada. El gobierno de Benjamin Netanyahu debe decidir entre lanzar un contraataque letal o buscar desescalar un conflicto que Estados Unidos, su principal aliado, quiere evitar a toda costa. Aunque el presidente Joe Biden ha expresado su falta de apoyo para un ataque sobre Irán, Israel sabe que «no pueden quedarse de brazos cruzados».
Presión interna e internacional
Mientras lucha en varios frentes contra los «grupos proxy» financiados y armados por Irán, Israel se adentra en un terreno cada vez más peligroso. Las voces que exigen una retaliación rápida contra el programa nuclear iraní y los ricos campos petroleros ya comienzan a surgir. Netanyahu se encuentra bajo una enorme presión interna e internacional.
Opinión editorial
Esta escalada de tensión pone de manifiesto la volatilidad de la situación en Medio Oriente. Es crucial que la comunidad internacional actúe para aliviar las tensiones y buscar soluciones diplomáticas. La guerra nunca beneficia a nadie y siempre son los ciudadanos los que sufren las consecuencias más graves.