Intoxicación masiva de seguridad en concierto de La Renga por alimentos en mal estado
El pasado sábado por la tarde, antes del espectáculo en La Plata, la Cruz Roja asistió a unas 120 personas y otras 10 tuvieron que ser hospitalizadas. Actualmente se están investigando las causas. ¿Qué pudo haber causado tal incidente?
Tl;dr
- La Renga realizó su primer recital en La Plata.
- Los miembros de la seguridad sufrieron intoxicación alimentaria.
- Alrededor de 120 agentes se sintieron mal, 10 fueron hospitalizados.
- Se investiga un presunto sabotaje en la comida.
El misterioso caso de intoxicación en el concierto de La Renga
La banda de rock argentino La Renga arrancó su gira “Totalmente Poseídos” en la ciudad de La Plata, un evento que se vio ensombrecido por un incidente grave. Varias personas del personal de seguridad cayeron enfermas por lo que se sospecha de una posible intoxicación alimentaria.
Un recital empañado por una crisis de salud
El concierto se celebró el sábado por la noche en el Estadio Diego Armando Maradona. Los 1200 miembros del personal encargado de la seguridad y el control de entradas recibieron una comida que constaba de dos sándwiches, uno de jamón y queso y otro de pollo, además de un turrón y un jugo.
Horas después, alrededor de 120 agentes empezaron a sentirse mal. Fueron atendidos por la Cruz Roja, pero al menos diez de ellos tuvieron que ser ingresados en el Hospital de Gonnet con síntomas de vómitos y dolores intestinales severos.
¿Un posible sabotaje?
Tras el incidente, se inició una investigación por parte de la empresa de seguridad Steward SRL contra los proveedores de la comida. La causa ha sido abierta en la UFU N°10 de Delitos Culposos, bajo la supervisión del fiscal Carlos Vercellone, bajo la sospecha de una “intoxicación” vinculada a alimentos en mal estado. Algunos testimonios sugieren que la adición de una sustancia dañina pudo haber sido intencional.
Opinión editorial
Este incidente es una clara muestra de la importancia de la seguridad alimentaria, incluso en eventos masivos como los conciertos. Debería motivar una revisión y un endurecimiento de las normas de control de alimentos en estos contextos, para garantizar la salud de todos los trabajadores y asistentes. La posibilidad de un sabotaje agrega un elemento de preocupación adicional y, de resultar cierto, debería ser castigado con todo el peso de la ley.