Insólita propina recibida por joven trabajadora de un bar en Miami
En un video de TikTok, una influencer reveló sus ganancias de un día de trabajo en una reconocida cadena de comida de Estados Unidos. ¿Adivinas cuánto fue?
Tl;dr
- Jóvenes migrantes comparten experiencias en redes sociales.
- Influencer colombiana trabaja en Hooters en Miami.
- Recauda $1,114 en propinas en un día de trabajo.
- El video inspira a otros a considerar trabajos similares.
El poder de las redes sociales en la experiencia migratoria
Las redes sociales se han convertido en un escenario para compartir experiencias de vida. Un ejemplo reciente es el de los jóvenes que dejan su país natal en busca de mejores oportunidades y utilizan estas plataformas para dar testimonio de sus vivencias.
El caso de Mariangel
Una de estas historias es la de Mariangel, una influencer colombiana que emigró a Miami, donde trabaja en la popular cadena de comida rápida, Hooters. En un video publicado en TikTok bajo el usuario @mariangelzafra, Mariangel decidió compartir con sus más de 345 mil seguidores la cantidad de propinas que recibió en un “súper día” de trabajo.
Un día de propinas en Hooters
La joven camarera registró diferentes momentos de su jornada laboral, revelando la cantidad de billetes que los comensales le dejaron como propina. Aclaró que ese día trabajó un doble turno, de once de la mañana a once de la noche, por lo cual las propinas fueron mayores a lo que suelen ser en un día común. Al final, contabilizó un total de US$1.114 en propinas.
El video no tardó en volverse viral, acumulando millones de reproducciones y superando los 907 mil “me gusta”. Los comentarios reflejaban asombro y admiración, con frases como “Adiós ingeniería, hola trabajo en Hooters” y “Creo que estoy en el trabajo equivocado”.
Opinión editorial
El caso de Mariangel es un reflejo de la versatilidad de las redes sociales en la actualidad. No solo se utilizan para mantener conexiones a distancia, sino también para compartir experiencias y, en algunos casos, inspirar a otros. Sin embargo, no debemos olvidar que cada experiencia migratoria es única y que no todos los días son un «súper día».