Harvard revela cuándo preocuparse por la memoria
Los errores ocasionales pueden ser un aspecto normal del envejecimiento, pero en ocasiones, podrían indicar los primeros signos de declive cognitivo. ¿Cómo podemos distinguir entre los dos?
Tl;dr
- La memoria juega un papel crucial en el aprendizaje y la adquisición de conocimientos.
- Con el tiempo, las partes del cerebro relacionadas con la memoria pueden deteriorarse.
- Los lapsus de memoria no siempre indican demencia, pero deben ser monitoreados.
- Factores como la dieta, el consumo de alcohol y la salud mental pueden afectar la memoria.
Memoria: una pieza esencial en el aprendizaje
La memoria es una función cognitiva que nos permite almacenar información y recuerdos para retomarlos en el momento necesario. Sin ella, no habría manera de adquirir conocimientos. Sin embargo, como cualquier otra parte del cuerpo, el cerebro puede deteriorarse con el tiempo, afectando particularmente a las regiones involucradas en la memoria, como el hipocampo y la corteza prefrontal.
Lapsus mentales: ¿señales de demencia?
Estos cambios en el cerebro pueden llevar a errores de memoria que nos hacen sentir que hemos perdido nuestro teléfono cuando lo tenemos en la mano, o perder la concentración durante una conversación. Pero, ¿estos son simplemente lapsus mentales comunes o podrían ser signos tempranos de demencia?
La “Escuela de Medicina de Harvard” nos asegura que estos lapsus de la memoria no necesariamente indican demencia. Sin embargo, cuando estos lapsus se vuelven más frecuentes, más graves o empiezan a surgir otros problemas cognitivos, podrían ser indicativos de un problema más serio.
Factores que afectan la memoria
Existen factores diversos que pueden afectar la memoria, como la dieta, el consumo de alcohol, la ingesta de ciertos medicamentos, y condiciones como la depresión y la ansiedad. Por lo tanto, es esencial acudir al médico para un diagnóstico correcto si se sospecha de algún cambio en la memoria, por pequeño que parezca.
Opinión editorial
En conclusión, es vital tomar en serio cualquier cambio en nuestra memoria. La detección temprana puede marcar una gran diferencia en caso de que exista un problema subyacente. Asimismo, mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a proteger nuestra salud cognitiva y, por ende, nuestra memoria.