Hace más de 20 años nació el crossover más polémico de la historia de las franquicias
Hace más de dos décadas, el universo del entretenimiento fue testigo de un encuentro inesperado entre franquicias icónicas, cuya unión generó intensos debates y opiniones divididas que aún resuenan entre fanáticos y críticos del género.
Tl;dr
Un cruce esperado que dividió al público
Cuando hace más de dos décadas se estrenó Alien vs. Predator, la expectación entre los incondicionales de las franquicias era palpable. La idea de reunir en pantalla grande a dos iconos del cine fantástico bajo la dirección de Paul W. S. Anderson generó un auténtico revuelo. Sin embargo, la realidad fue menos unánime: la promesa de un duelo legendario terminó convertida en motivo de debate y hasta desencanto para parte del público.
Cambios comerciales y una recepción polarizada
Una de las decisiones que más controversia generó fue la apuesta de 20th Century Fox –ahora 20th Century Studios– por una clasificación PG-13. Muchos seguidores, acostumbrados a la crudeza y tensión propias del sello R-rated en ambas sagas, interpretaron este giro como una cesión a los intereses económicos. Si bien la recaudación superó los 177 millones de dólares, la «dilución» del material original y la ausencia casi total del gore característico causaron malestar entre los aficionados más exigentes. El film, dominado por el espectáculo visual, relegó el desarrollo narrativo y dejó tras de sí una sensación generalizada de oportunidad desaprovechada.
Puntos conflictivos en guion y ambientación
A esto se suman ciertas licencias creativas difíciles de justificar para quienes conocen bien el universo Alien. Ambientar la historia en 2004 entra en clara contradicción con la cronología oficial, donde el primer contacto con los xenomorfos tiene lugar más de un siglo después. Además, el tratamiento superficial dado a los personajes humanos –eliminados con rapidez y sin apenas construcción dramática– privó a la cinta de verdadero impacto emocional.
Varios elementos explican esta decisión:
Luces, sombras y ecos posteriores
No obstante, sería injusto obviar los momentos visualmente inspirados que consiguió la película. La secuencia en que Lex —interpretada por Sanaa Lathan— utiliza la cabeza decapitada de un xenomorfo para defenderse sigue siendo recordada por su ingenio. Si se afronta Alien vs. Predator sin grandes expectativas o como mero entretenimiento palomitero, aún puede ofrecer algunas satisfacciones puntuales.
En cuanto al legado, el debate sobre este improbable crossover continúa vivo entre los amantes del género. Aquellos interesados pueden revisitar tanto este título como sus derivados —desde las secuelas hasta series recientes como «Alien: Earth», o próximas producciones bajo el sello de Fede Álvarez— hoy disponibles en plataformas como Disney+ o Hulu.