Griselda Blanco: La temida narcotraficante que hizo temblar a Miami y a Pablo Escobar
Griselda Blanco, quien pasó de ser una ladrona de carteras en los barrios pobres de Medellín a controlar las calles de Miami, es conocida por su larga cadena de crímenes que le otorgaron el apodo de "La Madrina". Su fascinación por las películas de mafia y su obsesión por el poder la catapultaron a ser una de las narcotraficantes más reconocidas en el mundo clandestino. ¿Pero cómo logró alcanzar tal notoriedad?
Tl;dr
- Griselda Blanco, conocida como “La Madrina de la cocaína”, fue asesinada en 2012.
- Blanco lideró una vida de crimen desde su infancia y construyó un imperio de narcotráfico.
- Se casó y tuvo hijos con varios criminales, algunos de los cuales también murieron violentamente.
- Después de pasar tiempo en la cárcel, Blanco fue deportada a Colombia donde vivió en anonimato hasta su muerte.
El auge y caída de “La Madrina de la cocaína”
Griselda Blanco, temida narcotraficante, pagó con su vida el alto precio del crimen. En un ataque violento en Medellín, su vida se apagó de la misma manera que ella ordenaba eliminar a sus enemigos.
De los barrios pobres a la cima del narcotráfico
Nacida en 1943, Blanco inició su carrera criminal a una temprana edad. Según el libro Cocaine Cowgirl, Blanco lideraba una banda de delincuentes infantiles y se dice que a los 11 años, cometió su primer asesinato.
A lo largo de su vida, Blanco estuvo vinculada con varios hombres criminales, incluyendo a Carlos Trujillo, con quien tuvo tres hijos, y Alberto Bravo, con quien comenzó su tráfico de cocaína. Su matrimonio con Bravo marcó su ascenso en el mundo del narcotráfico y juntos llevaron a cabo su “sueño americano” de construir un imperio de drogas.
El imperio de Blanco y el rastro de violencia
Blanco, conocida también como “La viuda negra” y “La reina de la coca”, estableció su imperio en Miami, donde desató una violenta guerra contra la competencia. A través de su red de distribución, se estima que recaudaba 80 millones de dólares al mes.
A pesar de su éxito criminal, Blanco también enfrentó pérdidas personales. Tres de sus hijos fueron asesinados en presuntos ajustes de cuentas y se cree que asesinó a varios de sus esposos.
El ocaso de “La Madrina”
En 1985, Blanco fue arrestada y condenada a más de dos décadas de prisión. Sin embargo, su imperio continuó operando incluso tras las rejas. Fue liberada en 2004 y deportada a Colombia, donde vivió en anonimato hasta su muerte en 2012.
Opinión editorial
La vida de Griselda Blanco es una oscura lección sobre cómo la violencia y el crimen pueden engendrar más de lo mismo. Puede que su historia sirva como un recordatorio de las destructivas consecuencias del narcotráfico y como un llamado a la acción para combatir esta problemática.