Glen Powell: El nuevo héroe de Hollywood en The Running Man

Genre Films / PR-ADN
Glen Powell se consolida como una de las figuras emergentes en Hollywood, impulsando su carrera con un papel protagonista en The Running Man, y captando la atención del público y la crítica como el nuevo rostro del cine de acción estadounidense.
Tl;dr
- Los héroes ligeros reemplazan a los antihéroes oscuros.
- Glen Powell lidera esta nueva tendencia en Hollywood.
- Chris Pratt fue clave en este cambio generacional.
Una revolución silenciosa en el arquetipo del héroe
El universo del cine estadounidense asiste, quizá sin estruendo pero con decisión, a una transformación de fondo: el perfil del héroe atormentado y sombrío, omnipresente durante años en las grandes producciones, va dejando paso a figuras más ligeras y cercanas. El ascenso fulgurante de Glen Powell, elegido por Edgar Wright para encabezar el esperado remake de The Running Man, resume a la perfección esta tendencia.
De la melancolía heroica al humor desenfadado
Hasta hace relativamente poco, las grandes sagas parecían exigir a sus protagonistas un poso de gravedad y tormento interior. Actores como Robert Pattinson, con su interpretación de Batman, o Christian Bale, dotaban a sus personajes de una seriedad casi existencial. «Yo quedaba relegado a papeles planos: el deportista simpático, el estudiante anónimo o el vecino correcto», recuerda Powell. Sin embargo, todo se altera cuando, en 2014, irrumpe la energía despreocupada y casi cómica de Chris Pratt en Guardianes de la Galaxia. Su Star-Lord inaugura un nuevo modelo: menos drama y más autocrítica irónica.
Nueva masculinidad: carisma y vulnerabilidad
La llegada de Pratt supondría mucho más que una simple novedad estética. Para voces como la del propio Powell —que confiesa no poseer la gravedad introspectiva de Bale ni el halo misterioso de Pattinson— supuso una liberación. Y es que ahora triunfan los actores capaces de reírse de sí mismos, dotando a sus papeles de una humanidad desarmante. Esa es, según algunos directores como Edgar Wright, la clave del éxito actual: lograr que el espectador vea reflejada cierta normalidad simpática y accesible.
Varios elementos explican esta decisión:
- Humor espontáneo: un respiro ante tanto héroe taciturno.
- Sencillez moderna: vulnerabilidad como nuevo atractivo masculino.
- Cambio generacional: un público cansado del dramatismo excesivo.
Carreras redefinidas y nuevos horizontes
Hoy por hoy, la trayectoria ascendente de Glen Powell —que enlaza proyectos ambiciosos bajo la dirección de nombres como J.J. Abrams o Edgar Wright— parece confirmar que este nuevo arquetipo ha llegado para quedarse. No obstante, conviene no perder de vista al pionero: mientras Chris Pratt encarna aún ese espíritu lúdico y popular (pese a algún tropiezo reciente con The Electric State), ha sido esencial para renovar la figura del protagonista masculino en Hollywood. Un giro que quizás necesitábamos todos, sin saberlo.