Fallece Mário Lobo Zagallo, cuádruple campeón mundial con Brasil
A través de sus redes sociales, se confirmó la noticia de que ganó los mundiales de fútbol en 1958 y 1962 como jugador, en 1970 como entrenador y en 1994 como asistente. ¿Podrá repetir este impresionante hito en el futuro?
Tl;dr
- Mário Jorge Lobo Zagallo, tetracampeón mundial de fútbol, falleció.
- La noticia fue comunicada a través de Instagram.
- Zagallo ganó dos mundiales como jugador y dos como técnico.
- Nació el 9 de agosto de 1931 en Maceió, Brasil.
Adiós a un tetracampeón
El mundo del fútbol se viste de luto. A sus 92 años, Mário Jorge Lobo Zagallo, el único tetracampeón mundial en la historia del deporte rey, ha fallecido en Brasil. La noticia fue transmitida a través de la cuenta oficial de Instagram del exfutbolista y técnico, dejando un vacío en el corazón de millones de aficionados.
Un legado inigualable
Zagallo, nacido el 9 de agosto de 1931 en Maceió, deja un legado incomparable en el fútbol. Fue el primer y único individuo que participó en cinco finales del mundo, perdiendo solo una como entrenador contra Francia en 1998. Como jugador, Zagallo levantó la copa del mundo en 1958 y 1962, y como director técnico, en México 1970. Además, en 1994, sirvió como asistente de Carlos Alverto Parreira.
Un ídolo que trasciende el deporte
Pero más allá de sus logros deportivos, “Un padre devoto, abuelo cariñoso, suegro afectuoso, amigo fiel, profesional exitoso y un gran ser humano. Ídolo gigante. Un patriota que nos deja un legado de grandes logros”, dijeron sus asesores en la publicación de Instagram. Y concluyeron con palabras de agradecimiento: “Gracias a Dios por el tiempo que pudimos pasar con ustedes y pedimos al Padre que encontremos consuelo en los buenos recuerdos y el gran ejemplo que nos dejás”.
Opinión editorial
La partida de Mário Jorge Lobo Zagallo no solo nos recuerda su impecable trayectoria en el fútbol, sino también su excepcional humanidad fuera del campo. Sus victorias son un testimonio de su dedicación, pero su legado reside en las vidas que tocó. Un verdadero gigante, dentro y fuera del estadio.