Fallece aspirante a gendarme de 18 años obligada a trotar con neumonía bajo la lluvia
Ignacia Albornoz Insulza falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio, un suceso que ha conmocionado a Chile. Actualmente, la justicia está indagando en las causas de este caso. ¿Qué descubrirán en sus investigaciones?
Tl;dr
- La muerte de Ignacia Albornoz Insulza, aspirante a gendarme, conmocionó a Chile.
- La madre denuncia que Ignacia fue forzada a entrenar enferma de neumonía.
- Ignacia habría sido obligada a bañarse con agua fría y trotar bajo la lluvia.
- La Fiscalía de Flagrancia del Bío Bío investiga el caso.
Conmoción en Chile
La trágica muerte de Ignacia Albornoz Insulza, una joven de tan solo 18 años que soñaba con ser gendarme, ha dejado a Chile en estado de conmoción. Según denunció su madre, Jessica Inzunza, Ignacia fue obligada a entrenar con neumonía, en plena madrugada y bajo la lluvia, en la Escuela de Formación Penitenciaria de Santiago.
Un entrenamiento bajo condiciones inhumanas
Enferma de influenza, Ignacia fue diagnosticada con bronquitis y se le otorgó reposo médico. Sin embargo, según relata su madre, «en condiciones o no condiciones, ellos tienen una rutina que tienen que hacer». Ignacia fue obligada a retomar los entrenamientos el 6 de mayo, bajo temperaturas extremadamente bajas, bañándose con agua fría y trotando bajo la lluvia.
La tragedia
El 7 de mayo, Ignacia volvió a sufrir complicaciones de salud y fue trasladada al Hospital de Talcahuano. Allí tuvo un paro cardiorrespiratorio y murió. Su tía Sandra Insulza relató que Ignacia sentía presión para volver a la escuela, a pesar de no estar en condiciones, por miedo a ser expulsada.
Investigación en curso
La Fiscalía de Flagrancia del Bío Bío ha abierto una investigación. Bernardo Olivares, del Departamento de Investigación Criminal de Gendarmería, asegura que la institución se ha visto «muy golpeada» por la muerte de la joven y que se realizarán investigaciones internas para determinar eventuales responsabilidades.
Opinión editorial
Este caso refleja una realidad inquietante sobre las condiciones a las que se somete a nuestros jóvenes en ciertas instituciones. Es imperativo replantear nuestros sistemas de formación, para garantizar el bienestar y la seguridad de nuestros futuros servidores públicos. Que la trágica muerte de Ignacia sirva como un llamado a la acción.