Errores comunes en la cocina que afectan tu salud sin saberlo

Algunas prácticas habituales en la cocina, que parecen inofensivas, pueden poner en riesgo nuestra salud sin que lo notemos. Identificar estos gestos cotidianos es clave para prevenir posibles problemas y garantizar la seguridad alimentaria en el hogar.

Peligros cotidianos en la cocina

Cada año, en Estados Unidos, la intoxicación alimentaria provoca la hospitalización de unas 128.000 personas y es responsable de cerca de 3.000 muertes. Aunque este dato resulta preocupante, lo cierto es que muchos de estos episodios podrían evitarse con un poco más de atención a ciertas rutinas domésticas. Entre las causas más habituales destacan errores tan comunes que suelen pasar inadvertidos.

Contaminación cruzada: un riesgo invisible

Uno de los principales focos de transmisión bacteriana reside en la llamada contaminación cruzada. Según el profesor Ahmed Abdelhamid, experto en microbiología alimentaria de la Universidad Estatal de Michigan, pequeños gestos como cortar pollo crudo y luego verduras sobre la misma tabla, o lavar el pollo bajo el grifo, pueden favorecer la propagación de patógenos como la Salmonella. A menudo, esos hábitos automáticos pasan desapercibidos y acaban multiplicando los riesgos para toda la familia.

Varios elementos explican esta realidad:

• No separar utensilios y tablas para carnes crudas y otros alimentos.
• Lavar mal cuchillos o superficies tras manipular productos frescos o animales.
• No almacenar por separado carnes y otros productos en el frigorífico o durante la compra.

Higiene, cocción y conservación: claves para evitar problemas

Otra práctica descuidada es el lavado insuficiente de manos antes y después del contacto con comida o tras ir al baño. El doctor Michael Levine, médico en UCLA Health, recuerda que lavarse las manos con jabón durante al menos veinte segundos reduce drásticamente el paso de microbios hacia boca u ojos.

Por otro lado, cocinar bien los alimentos se convierte en un factor decisivo. Para eliminar bacterias peligrosas como E. coli, conviene utilizar un termómetro culinario: alcanzar los 74°C para aves o los 71°C para carne picada asegura una cocción segura. Además, dejar platos cocinados a temperatura ambiente durante mucho tiempo facilita el desarrollo bacteriano; lo recomendable es refrigerar las sobras antes de que transcurran dos horas.

Síntomas y prevención: cómo actuar a tiempo

Los síntomas van desde molestias digestivas leves hasta cuadros graves como vómitos persistentes, diarrea aguda o fuertes dolores abdominales. Personas mayores, niños pequeños o embarazadas presentan especial vulnerabilidad. La aparición de fiebre alta o incapacidad para hidratarse exige consultar sin dilación a un profesional sanitario.

En definitiva, entre buenos hábitos e información veraz, cada uno puede reducir significativamente su exposición a estos riesgos cotidianos que, con frecuencia, dependen más del detalle que del azar.