Enfermero en Mendoza vende 800+ certificados falsos de COVID-19: Escándalo descubierto
Matías Damián Alvarado, un enfermero de 37 años, admitió haber obtenido 2,5 millones de pesos a través de actividades ilícitas. Recientemente, el Gobierno de Mendoza ha confirmado su destitución. ¿Qué será de él ahora?
Tl;dr
- Matías Alvarado vendió falsos certificados de test de Covid.
- Trabajaba como enfermero en el Hospital Lagomaggiore de Mendoza.
- El ilícito fue descubierto por un bioquímico que notó irregularidades.
- Fue condenado a tres años de cárcel y no puede ejercer medicina por seis años.
Un enfermero en el centro de un escándalo
Matías Damián Alvarado, un enfermero de 37 años que trabajaba en el Hospital Lagomaggiore de Mendoza, se convirtió en el protagonista de un escabroso episodio durante la pandemia. Alvarado fue detenido en enero de 2022 por vender certificados falsos de test de Covid junto a su pareja, Yamila Solange Herrera Olmos.
Un negocio lucrativo y deshonesto
Según la investigación judicial, Alvarado vendió más de 800 certificados «negativos» a personas que los utilizaban para salir del país. Por cada test falso, cobraba $3.000, acumulando una cifra de 2.5 millones de pesos.
Además, ingresaba los resultados falsos en el Sistema Integrado de Información Sanitaria (SISA), a pesar de que no tenía autoridad para hacerlo. «No solo vendía certificados falsos, sino que ni siquiera realizaba los hisopados», reveló la investigación.
La trama se descubre
La sospecha sobre el negocio ilegal de Alvarado y Herrera surgió de un bioquímico que realizaba pruebas de PCR. Al notar una súbita caída en los pedidos, empezó a investigar. Los transportistas le revelaron que alguien les ofrecía tests más baratos. Al revisar los nombres de sus pacientes en el SISA, descubrió que todos habían sido ingresados por alguien del Hospital Lagomaggiore, un lugar que él sabía no realizaba pruebas a los camioneros.
Consecuencias y condena
El enfermero fue detenido y durante el allanamiento en su casa, se encontraron pruebas de su ilícito negocio. La justicia lo condenó a tres años de cárcel, pero logró obtener libertad condicional. Sin embargo, no podrá ejercer la medicina durante seis años.
Opinión editorial
El caso de Alvarado nos recuerda la necesidad de una ética profesional sólida, especialmente en tiempos de crisis. Su actuar no solo pone en peligro la salud pública, sino que también mancha la reputación de los profesionales de la salud que se han sacrificado durante la pandemia. Esperamos que este caso sirva como un recordatorio de las consecuencias de actuar sin ética y respeto hacia los demás.